Jon Rahm ha hablado después de la segunda ronda del US Open y se ha mostrado muy contento de la situación en la que se encuentra en el torneo. Reconoce que las vueltas de hoy y ayer son como la noche y el día, pero se queda con lo bien que ha pegado a la bola en los últimos cinco hoyos. El de Barrika habla de karma respecto al Memorial y desvela un golpe que empezó a entrenar hace un año y que ya forma parte de su equipo. Aquí tienen sus declaraciones completas…
US Open Championship 2021: segunda ronda, en directo
Muchas diferencias entre las dos primeras rondas… «Me siento con mucha confianza. La ronda de hoy y la de ayer han sido muy diferentes. Ayer le pegué muy bien, cogí muchas calles y sólo cometí un par errores que me costarán más bogeys de los que me hubieran gustado. Hoy ha sido lo contrario. Me costó entrar en ritmo. No cogí mi segunda calle creo que hasta el hoyo 13, así que tocaba sobrevivir. La clave de la vuelta ha sido la secuencia de putts en los hoyos 10, 11 y 12. Hice tres pares muy buenos seguidos cuando la cosa se podía haber puesto muy fea. Ojalá pueda seguir pegando a la bola como en los últimos cuatro hoyos del día».
Jon Rahm baja a la arena (literalmente)
Una cuestión de velocidad en el desgiro… «Los errores se ven peor desde fuera de lo que realmente ocurrió. Las bolas salían por la línea, pero no conseguía que abrieran lo que yo busco cuando pego el fade. En mi caso el problema es que no giro lo suficientemente rápido. A partir del hoyo 13 empecé a pegarle más duro al driver y comenzó a cambiar la dinámica. Ya la salida del 12 había sido muy buena, pero no sé por qué el viento se la llevó al búnker. Los drives en el 13, 15, 17 y 18 fueron perfectos. Fueron exactamente como los había pensado y visualizado. Muchas veces la clave es concentrarse más en la visualización del golpe que en la técnica. Había empezado a pensar demasiado en el swing y eso no me ayudó».
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El karma de las buenas personas… «Creo en el karma en el sentido de que a las personas buenas le pasan cosas buenas y a las malas les pasan cosas malas, pero hablamos de cosas que escapan de nuestro control. Lo que ocurrió en el Memorial escapa a mi control, sólo puedo intentar dominar lo que hago yo en cada momento: seguir mi rutina, estar hidratado y pensar en las cosas apropiadas en el campo. He hecho un gran trabajo y espero que haya un buen karma en el futuro esperándome, en esta semana o en otra más adelante».
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Un golpe nuevo en el arsenal… «El año pasado empecé a trabajar un nuevo golpe con Dave Philips al draw. Pego muy bien el fade, me siento muy cómodo, pero hay ocasiones en las que me venía muy bien pegar un draw y no lo tenía. Llevamos un año trabajando y cada vez me encuentro más cómodo. No hago mucho cambio para pegar así. Pongo la bola un poco más adelantada y apunto a la derecha para que la cara llegue cerrada. Lo bueno de ese golpe es que en el peor de los casos me sale una bola recta y tampoco es un desastre. El driver del 13 ha sido un draw que me ha salido muy recto. No es fácil, pero voy mejorando y lo estoy notando esta semana».
El US Open de 2008 y Tiger Woods… «El golf ha cambiado mucho desde 2008. Yo tenía 13 años. Los jóvenes de ahora somos de una generación que creció viendo a Tiger y que soñamos con hacer las cosas que él hizo y jugar al golf como hizo él. Yo creo que por eso hay tanto nivel en esta generación, porque el referente era Tiger. Él cambió la narrativa del golf para que se nos viera como atletas, somos más grandes y fuertes. La tecnología también ha avanzado, pero sobre todo somos más fuertes y grandes. Con ese panorama, o juegas tu mejor juego y va a ganar otro. Los torneos con Tiger o sin Tiger son muy diferentes, se nota en el ambiente, en la energía y cuando está para ganar, mucho más. El impacto que tuvo en el golf es brutal, pocos deportistas lo han tenido en su deporte. Le debemos mucho».
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Cierta frustración en los hoyos 13 y 14… «Nunca me escapo de esa pregunta. No he llegado a perder los nervios en el campo en ningún momento. Es cierto que en un par de ocasiones me he enfadado por un golpe aquí o allá, pero porque pensaba que estaba pegando mejores golpes del resultado que estaba teniendo. El momento más frustrante ha sido en el 13. He pegado una buena salida y tenía palo de sobra para llegar, madera 5, y ni siquiera le pegué con todo y la fallé a un sitio malo. Ese bogey ha sido lo más frustrante del día. Pero bueno, nunca he estado en peligro de hacer un número alto, estoy a dos golpes y eso no es nada en un US Open».
