Trevor Immelman lo repitió hasta en dos ocasiones en la rueda de prensa final de la Presidents Cup. Señores, este equipo no es ninguna broma. Escocidos por la derrota y decepcionados por lo que no estuvo tan lejos de ser y no fue, pero con el semblante tranquilo, el capitán sudafricano del equipo Internacional ha mandado un contundente mensaje de optimismo respecto al futuro de la competición. Ha hecho una defensa a ultranza de sus hombres, mientras en el ambiente flotaba la sensación de que algo ha cambiado este año.
Sólo hay que escuchar a Adam Scott. Diez Presidents Cup tiene a sus espaldas el australiano. Sabe más que nadie del asunto, ha estado en todos esos equipos, con más y menos figuras, más o menos lejos de los americanos, pero en esta edición ha sentido algo distinto. Una vibración diferente.
«Sigue doliendo no ganar. Pero he notado una diferencia. En nuestro vestuario hay algo distinto, otra sensación. Lo que ha sucedido en Quail Hollow entre los capitanes y los jugadores, los caddies, todos los involucrados en nuestro equipo… Creo que están empezando a ocurrir cosas buenas en ese entorno. Cuando los más jóvenes de esta edición tengan un poco más de experiencia, siento que no nos vamos a ir de aquí decepcionados. Pronto nos llegará una copa», asegura rotundo.
Immelman se puso serio para defender a su equipo. Es la única vez que se le ha visto tenso en toda la semana. «El jueves y el viernes nos dejó en una posición difícil, pero hemos demostrado muchas agallas. En algún momento, no sé ustedes, pero en algún momento de la tarde, pensé que todavía había una oportunidad (en referencia a los individuales). Si tenemos en cuenta que íbamos perdiendo 8-2 el viernes por la tarde, este equipo no es ninguna broma. Estoy harto de que se hable de él como una broma. Nos encanta este torneo, amamos a nuestro equipo y estamos deseando tener una nueva oportunidad», explicó.
Immelman, que no descarta repetir como capitán dentro de dos años, está igual de convencido que Adam Scott de que los Internacionales van a ganar una Presidents Cup más pronto que tarde. «Nos lo pasamos en grande. Esta ciudad de Charlotte nos ha tratado muy bien. No sólo esta semana, sino también en nuestro viaje aquí hace un par de semanas. Son amistades para toda la vida. Estos chicos son grandes deportistas y este equipo no es una broma. Lucharemos hasta el final cada vez que nos pongamos este escudo. Eso es lo que representa este equipo. Estamos aquí construyendo algo a largo plazo. Vamos a ganar este evento. Seguiremos luchando y sé que en algún momento vamos a ganar», señaló.
Esta Presidents, además de un espaldarazo para el equipo Internacional, ha supuesto una advertencia para Estados Unidos. Pese a la diferencia final en el resultado, el torneo ha estado bastante apretado, hasta el punto de que han perdido en el global de puntos el fin de semana. «Sabíamos que estos chicos iban a hacer algo así. Sabíamos que iba a haber un Tom Kim o un Christiaan Bezuidenhout. Los chicos han dado un paso adelante y jugaron increíblemente bien. Sucede en la Ryder Cup y ocurre en la Presidents Cup», apuntó Davis Love III.
