Y augura un futuro muy prometedor. Tenemos una magnífica cantera en el golf femenino profesional y prueba de ello es la gran representación de españolas en el equipo europeo de la PING Junior Solheim Cup que se disputará la próxima semana en La Zagaleta, la antesala de la Solheim Cup de Finca Cortesín.
Hace cuatro años levantamos la voz ante una situación preocupante: dos ediciones consecutivas de la PING Junior Solheim Cup sin representación española (2017 y 2019). Esta realidad, más allá del orgullo patrio, evidenciaba una situación, cuanto menos, preocupante, sabiendo que un alto porcentaje de las jugadoras que componen los equipos europeo y americano para la Solheim Cup jugaron la PING Junior cuando eran menores de 18 años.
De hecho, un total de 16 de las 24 jugadoras de esta Solheim Cup fueron jugadoras PING Junior, 10 de ellas del equipo europeo: Carlota Ciganda, Anna Nordqvist, Caroline Hedwall, Celine Boutier, Charley Hull, Emily Kristine Pedersen, Georgia Hall, Leona Maguire, Linn Grant y Maja Stark.
Está claro que las federaciones territoriales y la RFEG han hecho su trabajo, las chicas se lo han ganado a pulso y este año cuatro españolas han sido las elegidas para esta gesta: Rocío Tejedo, Andrea Revuelta, Cloe Amión y Anna Cañadó. Y no son cinco porque Cayetana Fernández ya es universitaria, porque méritos tiene para ello.
Estas chicas lo han ganado todo para estar allí, poniéndose en el punto de mira, por si la capitana, Gwladys Nocera, no se había fijado en ellas, con su victoria en el Europeo Sub 18 para rematar la temporada. Son cuatro jugadoras que prometen porque llevan el golf en las venas, viven, transmiten, sufren, luchan y disfrutan de la competición como las grandes campeonas del mundo que esperan ser algún día.
¿Qué ha pasado ahora que no ocurría antes? Según aseguran representantes de la RFEG, es un tema más generacional que técnico, ya que las cosas se están haciendo de la misma forma cuando no había jugadoras que cuando las hay. En España siempre hemos tenido grandísimas competidoras que han estado en el punto de mira, no solo porque la base está bien trabajada sino porque tienen un potencial bestial. Está claro que, si antes podían pasar desapercibidas, este año se han hecho notar a base de triunfos para el golf español, y las cuatro jugadoras han obtenido este bonus que les proyecta hacia un futuro muy prometedor.
Confiamos en que siga esta saga porque según me aseguran vienen muchas más. Ojalá podamos seguir disfrutando de sus victorias y las veamos muy pronto entre las mejores golfistas del mundo, que es donde tienen que estar. Aviso a las coreanas, que llegan las españolas dispuestas a arrasar.
Es de ley, tras el artículo que escribí hace cuatro años lamentando la falta de españolas en la PING Junior Solheim Cup, dar la enhorabuena a las Federaciones, a los entrenadores formadores de los clubes y un aplauso a las jugadoras por esta gesta de la que esperamos disfrutar mucho la próxima semana en la PING Junior Solheim Cup de La Zagaleta.
La Solheim Cup Junior, como síntoma preocupante de nuestro golf
