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La ambición en el deporte profesional, por David Salgado

“O te compro una casa, o te visto de luto”

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David Salgado, en el Campeonato de España de Profesionales en Calatayud.

“¿Y tú, chaval, sabes quién es Manuel Benítez, “El Cordobés”? “Sí, ése, el torero… pero no el niño, no, si no el padre…” “¡Qué poquita cultura popular tenéis los chavales de hoy en día!” Esta fue la inesperada y sorprendente repuesta de mi (ya conocido) amigo a la explicación de por qué estaba satisfecho con mi resultado en el Campeonato del PGA de la semana anterior (+15, en unas condiciones realmente difíciles). A partir de aquí, me esperaba cualquier cosa de esa conversación.

“Pues el Cordobés es un torero que triunfó en las décadas de 1960 y 1970, de origen muy humilde y hecho a sí mismo”, me continúo explicando. “Cuando comenzaba le dijo a su hermana: “o te compro una casa, o te visto de luto” Y es que chaval, los toreros, como los jugadores de golf, lo son por arte o por hambre, y El Cordobés tenía mucha hambre…”.

Después de estas reflexiones la conversación siguió por otros lados y dejamos la Tauromaquia aparcada, entre otras cosas porque la ronda de prácticas se le empezó a cruzar y pasó a soltar una ristra de improperios de lo más variopinto contra todo lo inimaginable menos su propio juego. Viendo la situación, y con una sonrisa disimulada, preferí guardar mis posibles consejos y me puse a pensar en lo que habíamos comentado segundos antes.

“O te compro una casa, o te visto de luto…”, ¡vaya frase! Un poco tremendista para el mundo de golf tal vez, pero la verdad es que me identifico mucho con ella. Para triunfar en el deporte profesional, tan competitivo y exigente, hay que tener una ambición desmedida por tener éxito y estar en lo más alto del ranking, pagando el precio que corresponda (los madrugones, los entrenamientos extenuantes, los viajes en solitario, la incertidumbre de que sucederá con los patrocinadores – benditos sean- si los resultados no llegan, etc.).

Y es que tener ambición no es necesariamente malo, aunque esa palabra tenga en ocasiones una carga negativa en nuestros tiempos. En el caso de los golfistas profesionales es algo casi necesario. Yo al menos la tengo, y mucha. Ambición por conseguir la tarjeta del Circuito Europeo, por jugar los Grandes, por llegar lo más lejos posible en mi carrera y asegurar un bienestar económico mínimo para mí y los míos. Eso sí, mi ambición no está reñida con la deportividad y la camaradería con mis compañeros de profesión.

Ahora, a entrenar duro y a pelear por mis metas a corto plazo (Campeonato de España de Profesionales en Gambito Golf Club Calatayud y Tarjeta del Alps Tour), que al fin y al cabo más cornadas da el hambre…

David Salgado, es jugador profesional de golf y competirá en la Escuela Clasificatoria del Alps Tour entre el 4 y el 10 de noviembre