Inicio Grandes Circuitos He estado en sitios que no se los deseo a nadie…

He estado en sitios que no se los deseo a nadie…

Compartir
Pedro Oriol © Golffile | Thos Caffrey
Pedro Oriol © Golffile | Thos Caffrey

2021… Por dónde empezar… A ver… Durante los primeros meses de este año todo apuntaba a que, por fin, iba a volver a tener un año normal, incluso mejor de lo esperado, ya que por diversas razones de restricciones de covid, estaba entrando en más torneos de lo esperado del Tour e iba a tener bastantes más para plantearme razonablemente mantener la tarjeta entera después de mi sexto puesto en el Tenerife Open. Sin embargo, desgraciadamente todo se volvió a truncar con mi lesión de hombro durante el Challenge de España en Sancti Petri a principios de junio y mi posterior operación en julio. No la podía retrasar más para intentar no perder la temporada.

Estos tres últimos años apenas he tenido continuidad y las dos lesiones (rodilla y hombro), unido al confinamiento de 2020 por la pandemia y la suspensión de muchos torneos, se me han hecho muy cuesta arriba y difíciles de gestionar mentalmente. Incluso, he tenido momentos que no he sabido como gestionarlos y he estado en sitios que no se los deseo a nadie. Las lesiones, la inevitable parte física de ellas, han sido lo de menos. Lo más complicado para mí ha sido mantener el coco cuerdo. Todavía tengo secuelas mentales, pero estoy poniendo mucho empeño en trabajarlo.

La lesión de hombro ha provocado que por primera vez me haya planteado una vida sin competir como hasta ahora, o por lo menos una vida distinta a la de dedicarme plenamente al golf competitivo profesional de élite.

Y he de decir que me ha venido bien planteármelo, rebajar exigencias y mantenerme ocupado. He podido hacer cosas que me han llenado mucho personalmente y me ha hecho ver que hay mucho más además del golf profesional de competición. Al fin y al cabo llevo dedicado unos veinte años, contando mi carrera amateur hasta hoy.

Entre las cosas que he hecho estos meses me ha gustado mucho la oportunidad de retransmitir en directo el Open de España y los Juegos Olímpicos de Tokio en TVE, todo gracias a Elena Jiménez, a la que mando un beso desde aquí. Me he sentido como pez en el agua. Por otra parte, me he apuntado al curso de nivel 1 de Técnico Deportivo de la RFEG, por si el día de mañana me apetece dar clases, montar una escuela o ayudar a futuros profesionales en su camino, por ejemplo. Y, sobre todo, para tener un escudo personal por si vienen más lesiones o decido cambiar el rumbo.

También he dado una charla que me hizo mucha ilusión para el programa de golf de la Universidad de Málaga (UPM). Da gusto ver cómo, poco a poco, la mentalidad va cambiando y hay más programas para compaginar deporte y estudios en España, algo impensable hasta hace muy poco. También hace poco hice una colaboración con la Federación de Golf de Madrid y la clínica DKF sobre psicología deportiva y lesiones. Yo nunca había dado por hecho la posibilidad de lesionarme, me creía indestructible y tampoco pensé que una lesión podía afectar tanto a la salud mental de un deportista. Os animo a verla, está colgada en Youtube.

A pesar de todo esto, mantengo la fe en mi golf y creo que todavía puedo hacer buenas cosas. Pienso que soy un jugador más completo técnicamente que nunca y sólo necesito un proceso de continuidad competitiva.

Cuando ahora, terminando ya 2021, me paro a esbozar mis objetivos de cara a 2022 lo tengo muy claro: la verdad es que me encantaría escribir que mis objetivos son del tipo ganar aquí o allá, subir al Tour con tarjeta completa, pegar mejor los hierros o meter más putts, pero la historia es totalmente distinta y sé que puede ser un proceso largo.

Sé de dónde vengo y dónde estoy ahora mismo.

Mi objetivo a corto plazo es curarme al ciento por ciento de mi lesión en el hombro. No tiene nada que ver con la rodilla (que tardé poco). Ya estoy empezando a entrenar al golf casi normal, aunque todavía me cuesta jugar varios días seguidos por dolor. Tengo que recuperar potencia, velocidad de swing y sobretodo poder dar muchas bolas sin tener molestias. Aparte de esto, mi objetivo primordial es volver a la normalidad.

Es decir, tener un año continuo sin parones ni lesiones. Y el propio tiempo y mi golf dirán lo que haya que decir.

Sé que vengo de tres años en los que he jugado lo que suelo jugar en un año entero (más o menos) así que conozco mis limitaciones actuales. Voy a tener que tomármelo con mucha calma y gestionar bien dónde juego y cuánto juego. Ponerme a jugar como un loco y tener prisa sería un error mayúsculo.

Así que, a pesar de todo, mantengo el positivismo de cara al futuro. Como dicen por ahí, lo que no te mata, te hace más fuerte.

Por último y no menos importante, quiero dar las gracias a Álvaro Zerolo y José Mata, que me han tratado todo este tiempo fantásticamente. Y al Dr. Javier Cerrato, por aguantarme y ayudarme en todo este proceso, que ya es mucho.

¡Feliz Navidad a todos!