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Alejandro Rodríguez opina sobre la polémica de la exención de Sophia Popov tras ganar el British

Golpe sobre la mesa de Mike Whan contra los ofendiditos

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Sophia Popov celebra emocionada su victoria en el British Open. © Royal and Ancient

Mike Whan, jefe del LPGA Tour, ha sido sometido en las últimas 24 horas a un acoso mediático y social brutal a cuenta del ‘Caso Popov’. Por tierra, mar y aire le han llegado presiones de todo tipo y condición con el objetivo de que cambiara sobre la marcha las reglas del circuito americano y le concediera a Sophia Popov una exención de cinco años en el LPGA por su victoria en el British Open.

La controversia comienza con un buen reportaje de los compañeros de golf.com donde Popov explica que se quedó sorprendida al conocer que su exención en el LPGA tras ganar el British era del año en curso y uno más y no de cinco, como ella pensaba. Es lo que dicta la normativa. La explicación es que el LPGA concede los cinco años a aquellas jugadoras que ya fueran miembros del circuito al ganar el British, algo que no era Popov, con tarjeta del Symetra. Esta revelación de la golfista con pasaporte alemán y estadounidense corrió como la pólvora entre las redes sociales y desató los dedos de los ofendiditos. Comenzaron a circular cientos de mensajes de periodistas, profesionales y aficionados apuntando directamente a Whan, solicitando sin rubor alguno que se saltara la norma establecida y le concediera a Popov los cinco años de exención.

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Como decimos, la presión ha sido enorme. Ian Poulter y Tommy Fleetwood cargaban duramente contra el LPGA y su norma, mientras que otros como Thomas Bjorn alentaban directamente a su quebrantamiento, algo absolutamente inexplicable en alguien que ha sido durante tantos años presidente del comité de jugadores del European Tour y que ahora forma parte de la directiva del circuito. Al asedio se unieron muchos periodistas de reconocido prestigio en Estados Unidos e Inglaterra, pidiendo igualmente una medida de gracia con Popov.

No hay que ser un genio de la empatía para entender que la situación de Whan era rabiosamente incómoda. Pues bien, su respuesta ha estado a la altura del gran líder que ha demostrado ser siempre en el LPGA. El dirigente ha vertido una tonelada de sentido común sobre los ofendidos. «Por muy emocionante que haya sido la victoria de Sophia en el British no creo que sea lo más apropiado cambiar una norma del LPGA Tour en mitad de una temporada. Las jugadoras tienen el derecho de saber cuáles son sus reglas los lunes antes de empezar un torneo y no se pueden ir modificando sobre la marcha. No se puede tomar una decisión de ese tipo al calor de un momento que nos encogió a todos el pecho. Eso sí, entiendo que es una norma que se puede revisar y es lo que haremos cuando acabe esta temporada. Ese será el momento de estudiar el asunto y tomar la decisión que creamos más conveniente para los próximos años, pero no ahora», señaló.

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Las normas se pueden cambiar, por supuesto, pero no se pueden quebrantar a capricho y, mucho menos, alentar a otros a hacerlo desde una supuesta posición de autoridad moral. Entiendo que la regla se fijó para proteger a las jugadoras del LPGA Tour en este tipo de torneos donde pueden participar golfistas de todo el mundo, pero realmente no parece justa. Un Grande es un Grande y grande debe ser también el premio por ganarlo. Jugadoras como Popov, con hazañas de este calibre se ganan el derecho de que les cambie la vida por completo. Yo pienso que esta norma debe cambiarse y estoy convencido de que Whan y el LPGA lo harán cuando acabe esta temporada. Pero no antes. Es sentido común y orden.

Y tres apuntes más para acabar:

– Me parece increíble que Sophia Popov se sorprendiera de una norma que está en vigor en el LPGA Tour y que todas las jugadoras deberían conocer.

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– La norma lleva en vigor bastantes años y nadie dijo nada antes. Nadie es nadie.

– A Hinako Shibuno, ganadora del British el año pasado, se le aplicó también esta regla y, vaya, nadie dijo nada.

Entiendo perfectamente que se esté en contra de la normativa y que se pida su modificación en los tiempos oportunos, pero está indgnación a golpe de tuit como si se estuviera cometiendo una tropelía sangrienta me parece más una sobreactuación que reivindicación. Bien por la reacción de Whan.

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