Inicio Grandes Circuitos Challenge Tour An, la suerte y el consejo de papá Uihlein
La historia que se esconde detrás del joven talento coreano que defiende título en Wentworth

An, la suerte y el consejo de papá Uihlein

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Hace un año y dos días Byeong Hun An firmaba 65 golpes en Wentworth y dejaba a todos con la boca abierta. Con el trofeo aún caliente entre sus manos, se dijo entonces aquella frase recurrente en el periodismo cuando asistimos a este tipo de proezas: «ha nacido una estrella». Error. La estrella había nacido unos años antes.

An, de madre china y padre coreano, nació en Seúl y a los 14 años tomó la firme decisión de irse a Estados Unidos para jugar más al golf. Sin saber inglés, dejando a miles de kilómetros a su madre y con el apoyo de su padre hizo las maletas con un propósito.

An aún es joven y no ha hecho biografía, pero cuando se ponga a ello dentro de unos años no se extrañen que comience de este manera: siempre asegura a quien quiera oírle que «un día de suerte» lo clasificó en su club para disputar el US Amateur, a lo que siguió «otro día de suerte» para ganarlo. Ahí empezó a escribir su nombre en la historia del golf, pues se convirtió en el ganador más joven de esta competición con sólo 17 años. Ahí fue donde realmente empezó todo. Y no, se ponga como se ponga An, no fue cuestión de suerte.

Amigo de Peter Uihlein y Brooks Koepka, el coreano siguió también los consejos de Wally Uihlein, padre de Peter, en aquella época presidente de Acushnet (Titleist, FootJoy y Pinnacle). Los tres se embarcaron en la aventura europea, con el objetivo de aprender a jugar al golf en todas las condiciones y en campos muy diferentes. Acertado consejo papá Uihlein porque los tres empezaron en el Challenge Tour y de aquella escuela han salido grandes victorias.

En sus tres años en el Challenge Tour, de 2012 a 2014, An pasó varias veces por España. De hecho, en dos ocasiones compartió las victorias de su amigo Brooks: Challenge de Cataluña del 2012 y Challenge de España en La Gomera en 2013. Precisamente, en Tecina Golf, donde Brooks había hecho historia, a pesar de ser íntimos amigos, An lo miraba con el respeto que impone el ganador, y bromeaban sobre cuándo le llegaría su momento.

En 2014 sus dos amigos habían dado ya el salto al Tour y él se preparó para acompañarlos. Firmó siete top 10 aquella temporada y volvió a hacer historia al convertirse en el primer asiático en ganar el Challenge cuando se impuso en el Rolex Trophy. «Un día de suerte», afirmaba Byeong Hun An al finalizar. Un día más en el que se quitaba el meritazo de terminar un torneo con una magnífica vuelta de 64 golpes.

Sus logros no quedan aquí. Cuando dio el salto al Tour Europeo su primer objetivo era mantener la tarjeta, sin embargo se impuso en Wentworth y volvió a marcar un récord histórico: el resultado más bajo del torneo (21 golpes bajo par). ¿Otro día de suerte? Parece que no, ¿verdad? Hay que tener mucho más que suerte para hacer 65 golpes un rookie en la jornada final de un torneo como el de Wentworth. Lo que sí ha demostrado tener An es una humildad tremenda, algo que quizás haya trabajado con su padre que tanto le ha acompañado por los campos de golf, muy al estilo coreano, con la diferencia de que su padre lleva el deporte en su ADN.

Jiao Zhimin y Ahn Jae-Hyung, madre y padre de An, son medallistas olímpicos. Ambos consiguieron el bronce en tenis de mesa en los Juegos de Seúl en 1988. Siete ediciones después su hijo representará a Corea del Sur en los Juegos de Río de Janeiro, en el histórico regreso del golf a la agenda olímpica. Sí, An, el jugador que hace sólo dos años luchaba en el Challenge por sacar la tarjeta para el Tour. Gran escuela la del Challenge.

La saga continúa. O puede continuar. Ben An tiene un importante reto por delante: volver a casa y poner el tercer metal en la vitrina olímpica de la familia. Y cuando lo consiga, no duden que habrá sido otro día de suerte. O no.