El día del movimiento en el Mallorca Golf Open ha salido turbulento para la Armada. En una jornada con tarjetones por doquier en Son Muntaner, los españoles se han quedado atascados. Ni muy bien, ni muy mal. Ni fu, ni fa. Poco que rascar en una ronda donde tocaba posicionarse para aspirar a todo el domingo. El menú ha quedado soso.
Era el día para sacar rendimiento a todo el sufrimiento vivido ayer para pasar el corte, pero no ha sido así. Han jugado casi todos bajo par, pero se han quedado cortos, muy cortos. Sebastián García Rodríguez (-1) ha hecho el par y ha perdido posiciones. Demasiada irregularidad. Mucho birdie y también mucho bogey. El madrileño necesita este domingo una señora ronda de golf para salvar la tarjeta. Ahora mismo está perdiendo terreno en la Race to Dubai. Tiene 18 hoyos para arreglarlo y es muy capaz de hacerlo.
Pep Anglés (-3) ha hecho 69 golpes y también se ha quedado muy corto. Le sirve el resultado para ganar posiciones, pero está muy lejos del objetivo de mantener la tarjeta y que pasaba por ser segundo en solitario. Ni siquiera el top 10 está a tiro, un resultado que le abriría las puertas para jugar en Portugal la semana que viene. Lo bueno es que le quedan 18 hoyos por delante sin nada que perder. Domingo a tumba abierta.
Ángel Hidalgo (PAR) y Santi Tarrio (-1) se han dejado mucho por el camino jugando sobre par y tampoco sirven de gran cosa hoy las rondas de 70 golpes de Álvaro Quirós (-4) o de 69 de Adrián Otaegui (-3). Lo dicho. No es ningún desastre, pero sabe muy a poco.
Los mejores este sábado, más allá de Alejandro Cañizares que sigue en el campo en el momento de escribir esta historia, han sido Alfredo García Heredia (-5), con 68 golpes, y Rafa Cabrera Bello (-6), con 67. Los dos birdies finales del asturiano valen oro, sobre todo pensando en un gran final mañana. Ahora mismo tampoco le solucionan el problema de la tarjeta, pero al menos le colocan más cerca de poder hacerlo con una buena ronda el domingo.
Sus dos últimos birdies hacen que la vida se vea de otra manera, ya que no ha sido un día fácil desde el punto de vista emocional. Hay mucho en juego y no ha sido sencillo mantener el temple y la calma en según qué momentos. La contención de Alfredo, al menos, ha recibido el premio de esos dos birdies finales, aunque el más importante, seguramente, ha sido el del 12, cuando la cabeza bullía con más fuerza y había riesgo de descarrilamiento. Como decía Cañi el jueves, tampoco se lo podía permitir el gijonés… Buen trabajo.
Rafa sí ha conseguido pegar un buen estirón en la clasificación, aunque su vuelta de 67 golpes le ha sabido a poco. No es para menos. Sus dos únicos bogeys del día han llegado en sendos pares 5, hoyos en los que hoy casi te apuntabas el birdie antes de jugarlos. Por este motivo, no es ningún desbarre pensar que su cuatro bajo par bien podría haber sido ocho. Ahí sí que habría cambiado la película.
En medio de tanta oscuridad, sí hay que celebrar un fogonazo. Ha sido la madera 5 de Rafa en el hoyo 11. La ha dejado a un metro y ha hecho eagle. Además, tiene su historia. Ayer también pegó una madera 5 de libro en el hoyo 6 para hacer un birdie en un hoyo que se había complicado. «La de ayer fue un 10, perfecta, exactamente como quería pegarle, en la yema, pero la de hoy la he pegado un poco en la punta. La daría un 9 y le subiría a 9’5 por buen comportamiento, ha botado muy bien y se ha quedado incluso más cerca que la de ayer», explicaba. Curiosamente, los dos golpes que ha fallado hoy y que le han costado una mejor vuelta han sido con la madera 3. Con 5 Rafa pega de media entre 220 y 230 metros y con la 3 entre 230 y 240 metros. No se extrañen si mañana ven a Rafa soplarle a la bola desde el tee para que gane esos metros cruciales para pegar la 5…
