Pablo Larrazábal, Robert Rock y Jamie Donaldson son viejos rockeros con muchas horas de vuelo en competición. No necesitan un mapa para leer con exactitud cómo y dónde se encuentra un torneo. Los tres han jugado juntos las dos primeras jornadas del Abu Dhabi HSBC Championship y apenas con una mirada se entendieron. No hacía falta ni hablarlo. Sabían perfectamente que la clave ayer era no salir volando, tanto en el sentido literal como en el figurado.
Los tres tenían claro que el viernes no iban a poder completar su vuelta y no era una cuestión de correr. Un fuerte vendaval estaba azotando con fuerza al Yas Links de Abu Dhabi con lo que cuantos más hoyos se dejaran para el día siguiente mucho mejor. Fue algo natural, sin forzar. No se pararon, ni mucho menos, pero tampoco fueron corriendo, entre otras cosas porque en general el juego fue muy lento en todo el día. La ‘estrategia’ le ha salido muy bien a Larrazábal (-3).
El asunto es que ha sabido exprimir al máximo el guiño del viento. Y es que este sábado por la mañana ha soplado incluso menos de lo que decía la previsión. No es que fuera calma chicha, pero sí una brisa muy cómoda. La noche y el día con lo que se vivió el viernes. La diferencia en algunos de golpes ha sido de hasta dos palos. Pablo ha hecho birdie en el hoyo 16 con un gran hierro 7 de dos, par en el 17 con una buena opción de birdie de dos metros y otro birdie más al 18 para rematar un buen madrugón.
Los datos no dejan lugar a la duda. Se dejó para hoy sábado los hoyos 16, 17 y 18 y su parcial ha sido de -2. Ayer, hacer el par en este tramo habría sido un éxito. De hecho, 110 golfistas jugaron esta ‘triada’ con huracán y su media de golpes fue de 0,76 por encima del par. Es decir, Pablo le ha restado en apenas 45 minutos casi tres golpes a la media del torneo. Esos tres golpes al final de la semana pueden suponer una diferencia muy significativa en la clasificación, y mucho más en un Rolex Series.
Larrazábal no es el único que ha sabido aprovechar las mejores condiciones de este sábado. Un total de 18 golfistas han jugado hoy el 16, 17 y 18 completos y la media ha sido de 0,67 bajo par, es decir un golpe y medio menos respecto a ayer. Es un ejemplo de hasta dónde puede influir el azar en un torneo, aunque después, claro, hay que saber aprovecharlo. No todos lo han hecho. En el mismo partido de Pablo, Rock hacía un parcial de +1 en ese tramo y Donaldson firmaba -3.
Larrazábal se ha colocado en el puesto decimocuarto con sus opciones de victoria intactas a cuatro golpes de los líderes: Scott Jamieson (-7) y James Morrison (-7). «El campo me entra por los ojos. Si sopla viento pero no es huracán creo que podemos dar un sustito, ¿por qué no?», confesaba a Ten Golf al acabar la segunda ronda este sábado.
Otros jugadores que han sabido exprimir el sábado con James Morrison (-7), que ha terminado colíder, y Julien Brun (-6), que se ha encaramado a la tercera posición o Callum Shinkwin ha llegado al hoyo 18 con +4 y ha finalizado con eagle para meterse holgadamente dentro del corte con +2. De hecho, el +3 donde estaban Rory McIlroy y Collin Morikawa, que ayer se fue a la cama en el puesto 58º, ha finalizado 62º… Casi pidiendo la hora.
