El ‘walkie talkie’ de Miguel Vidaor ha sido este viernes lo más parecido a una película de terror. Cada vez que sonaba había que echarse a temblar. Por ahí es por donde le iban comunicando al director del Abu Dhabi HSBC Championship las bolas que se movían en los greenes. Cualquiera de esas llamadas podría haber supuesto la suspensión del juego. Han sido once horas de pura tensión.
No hay mayor obsesión que la justicia para el responsable de organizar un torneo. Cualquier torneo, mucho más si hablamos de un Rolex Series del DP World Tour con una bolsa de premios de ocho millones de dólares. La peor pesadilla es irte a la cama pensando que una decisión tuya ha podido influir de forma directa al resultado.
La gran preocupación hoy de Vidaor en el Yas Links era la justicia deportiva. Las previsiones se cumplieron y llegó el vendaval. Vientos constantes de entre 35 y 50 kilómetros por hora y rachas que en algún momento superaron los 60 kilómetros. La obsesión era evitar la suspensión a mitad de ronda, ya que eso habría supuesto un grave desequilibrio en el torneo. Lo que se quería evitar era que la mitad de los jugadores hoy ni siquiera hubieran podido salir a jugar y regresaran mañana con unas condiciones bastante mejores. Es azar, sí, pero también justicia deportiva.
En este sentido, hay que decir que el plan de Vidaor y todo su equipo ha sido un éxito. La jornada no se ha podido completar, cierto, pero ha sido porque el ritmo de juego, precisamente por el viento, ha sido muy lento. Finalmente se ha podido evitar la suspensión. Hay 39 jugadores que no han podido completar su vuelta, aunque no hay nadie que tenga que jugar más de siete hoyos. El sábado por la mañana se espera también viento, no tanto quizá como hoy, pero va a soplar, En este sentido, se puede decir que todos los jugadores van a competir en unas condiciones muy parecidas en Abu Dhabi. No hay desequilibrio, ni injusticia. A veces el parte meteorológico es caprichoso y no se puede evitar, pero en esta ocasión se ha conseguido montar una estrategia que ha funcionado a la perfección.
Vidaor admite que ha sido uno de los días más estresantes de su carrera. La jornada se ha podido suspender en cualquier momento, pero al final se ha librado. Lo mejor es que lo explique él mismo…
Por otro lado, mañana se completará la segunda ronda y se hará el corte. Todo apunta a que será en +3. Como decimos, en la tercera jornada también soplará viento, por lo que los greenes se van a poner a 11 en el stimpmeter y la idea es que el domingo vuelvan a tener 11,5, como el jueves. Así las cosas, hemos pasado de una velocidad de 11,5 el jueves por la mañana, a 11 por la tarde, 10,4 durante el viernes, volveremos a 11 el sábado y 11,5 el domingo. Es la ingeniería que se lleva a cabo en el cuadro de mandos de un torneo. Ahí no se hacen birdies ni bogeys, pero puede ser igual de apasionante.
