Giro de tuerca en el Horizon Irish Open. Los greenes del K Club han cambiado de nivel este sábado en la tercera jornada. Más duros y, sobre todo, muchos más rápidos. El filtro. Tres jugadores han entregado tarjetas de 66 golpes, el mejor resultado del día. Los tres son Rory McIlroy (-11), Billy Horschel (-9) y Ryan Fox (-10). Tres de los seis top 50 mundiales que han pasado el corte esta semana. Tres que venían desde muy atrás y se han metido en la pelea por la victoria. El algodón no engaña.
Todos los ojos apuntan ahora mismo en Dublín hacia Rory. Se ha metido en el partido estelar, se ha colocado tercero y está a sólo dos golpes del líder, el alemán Hurly Long (-13), y a uno del segundo clasificado, el inglés Jordan Smith (-12). Es el favoritísisisisisisimo al triunfo. Porque además ha rubricado este magistral movimiento sin haber desplegado un golf abrumador. De hecho, el viernes jugó mejor de tee a green y firmó cuatro golpes más. Son las cosas que le suceden a McIlroy cuando es capaz de meter tres putts mal contados.
Tan irregular ha sido el juego de Rory que incluso ha visitado en dos ocasiones el agua. Lo ha hecho en el 7 y ha repetido en el 16. Lo que sucede es que este tipo de súper estrellas son capaces incluso, llegado el momento, de caminar sobre el líquido elemento. En el 7 ha salvado un par antológico, tras pegar un golpe fuera de categoría desde el rough, después de dropar y dejarla a metro y medio. En el 16 sí ha hecho bogey. El único del día. Pero lo solucionaba por la vía rápida con dos birdies en el 17 y 18. Como si nada hubiera pasado.
En cualquier caso, la gran diferencia está en los greenes. Hoy McIlroy ha metido un putt de birdie de siete metros y tres más de unos cuatro metros y medio. Los otros tres birdies han sido dados en pares 5, cazando cada vez el green de dos. Y es que McIlroy no ha estado especialmente fino desde el tee, pero sí ha elegido de maravilla los hoyos donde ha clavado la salida. Si Rory mete cuatro putts de más de cuatro metros en una vuelta, lo normal es que esté amenazando muy seriamente el mejor registro del día. Incluso, aunque se vaya dos veces al agua.
McIlroy busca su segunda victoria en el Open de Irlanda. Curiosamente, la única que tiene fue en 2016, la última vez que se jugó también en el K Club. Será interesante ver cómo Hurly Long aguanta la presión. El alemán está lejos de tener su tarjeta asegurada para el próximo año y no ha ganado nunca en el DP World Tour. Será muy difícil que no salga a jugar este domingo con la calculadora en la cabeza. Otra cosa es Jordan Smith, un golfista mucho más curtido, dos veces ganador en el circuito y con la Final de Dubai prácticamente garantizada. Debería dar guerra a McIlroy.
Rory deberá mirar también por el retrovisor, ya que la clasificación se ha compactado muchísimo. Hay nada menos que 29 golfistas a cinco golpes o menos del norirlandés. En este sentido, hay que subrayar los nombres de Ryan Fox (-10), Ross Fisher (-10), Min Woo Lee (-9), Billy Horschel (-9), Thomas Detry (-8) o Shane Lowry (-8).
Los que se han quedado sin opciones de victoria, salvo jornada final estratosférica, son los españoles. Como pasa tantas veces, el mejor de los nuestros ha sido el que venía desde más atrás. Adrián Otaegui (-7) ha entregado la cuarta mejor tarjeta del día, 67 golpes, con un final de ronda sublime. Ha terminado con cuatro birdies seguidos y cinco en los últimos siete hoyos. Se ha colocado en el puesto 21º como el mejor español.
En el puesto 32º empatan Alex del Rey (-5), Pablo Larrazábal (-5) y Nacho Elvira (-5) y más atrás están Jorge Campillo (-3) y Santi Tarrio (+15), que ha tenido uno de esos días para olvidar, incluido un ’12’ en el hoyo 16 después de mandar cuatro bolas seguidas al agua, que a punto han estado de ser cinco…
