Bienvenidos al capítulo 743 de Rorylandia, la serie de aventuras protagonizada por un golfista extraordinario que convierte casi cada una de sus vueltas en un parque de atracciones. Para bien. Y para mal. Esta vez ha ocurrido en la segunda jornada del Horizon Irish Open, en el K Club.
McIlroy (-5) ha llegado al hoyo 16 con la cara desencajada. Hasta ese momento sólo había fallado dos greenes y su parcial era de uno bajo par. Había hecho dos birdies, uno dado y el otro desde un metro y medio. Uno de los dos grenees fallados, en el 8, como no podía ser de otra manera, la bola ha acabado en el agua y ha firmado bogey. Ha dejado pasar doce opciones de birdie sin éxito. Un poema.
Rory veía que el torneo se le estaba poniendo muy cuesta arriba, ante su público, y la desesperación era más que evidente. Ha sido entonces cuando ha producido el golpe del día. Todo muy Rory. Hoyo 16. Par 5. Tercer golpe desde 105 metros y… a la cazuela, con su poquito de backspin y todo. No es el eagle que uno espera de McIlroy. Diríamos que el académico sería una bomba desde el tee, hierrazo a green a tres-cuatro metros del hoyo y ‘padentro’. Pero hoy no era uno de esos días y decidió inventarse otra ruta.
Pero no se vayan todavía, que esto es Rorylandia. En el hoyo siguiente, doble bogey. Y un doble bogey feo. Ha fallado la salida por la derecha, cierto, ha tenido que jugar corto renunciando al green, su tercer golpe ha sido bastante pobre y ha fallado un putt de un metro para bogey. No dirán que no merece el precio de la entrada. Doble bogey y vuelta a la casilla de salida.
HOLE OUT EAGLE FOR @McIlroyRory 🤩#HorizonIrishOpen pic.twitter.com/8J2nJ9kgDV
— DP World Tour (@DPWorldTour) September 8, 2023
Por supuesto, Rory no podía terminar un capítulo tan emocionante con un simple par. Ha hecho birdie en el 18 y se ha situado a ocho golpes de la cabeza que comparten Shubhankar Sharma (-13) y Jordan Smith (-13), el gran protagonista de la jornada de tarde que estaba principios de año entre los posibles candidatos a jugar la Ryder Cup y que decidió no acudir al Czech Masters para darse siquiera una última oportunidad. A dos golpes de la cabeza están Hurly Long y Ross Fisher, con -11.
Más allá del último capítulo de Rorylandia, la tarde irlandesa nos ha dejado otra gran vuelta de Shane Lowry (-8), colocado en la novena posición del torneo tras repetir tarjeta de 68 golpes. Otro paso adelante del irlandés pensando en la Ryder. Definitivamente, se ha quitado un enorme peso de encima y ahora sí está jugando como se espera de él. Si ayer era el putter el protagonista, hoy ha pegado unos hierros muy buenos, marca de la casa. Está metido en la pelea por la victoria. Luke Donald respira más tranquilo.
En cuanto a los españoles, Adrián Otaegui (-2) ha conseguido meterse en el corte con una tarjeta de 71 golpes.
Una vez superado el corte, se espera ahora una vuelta de tuerca al campo. El tiempo acompaña y los greenes se están poniendo cada vez más duros. Seguramente, no se vean vueltas tan buenas el fin de semana. Más de diez jugadores han hecho este sábado 66 golpes o menos en el K Club.
