Inicio Grandes Circuitos DP World Tour A Rory McIlroy también se le cae la baba con Ludvig Aberg
El norirlandés está convencido de que Donald lo hubiera elegido aunque no hubiera ganado en Suiza

A Rory McIlroy también se le cae la baba con Ludvig Aberg

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Rory McIlroy - Horizon Irish Open
Rory McIlroy, durante el Pro Am este miércoles en el K Club. (© Golffile | Fran Caffrey)

La espalda de Rory McIlroy es lo que más preocupa en estos momentos al golf europeo. Recuerden que tuvo problemas en el Tour Championship, aunque pudo jugar y acabar el torneo en East Lake. Pues bien, lo mejor del asunto es que al propio Rory no le preocupa tanto. Asegura que no está al ciento por ciento, pero manda un mensaje de tranquilidad al personal. Estará a tope en la Ryder Cup de Roma.

«No me preocupa en absoluto. He tenido cosas mucho peores. Tuve problemas de espalda más graves cuando tenía 21 años. Esto está bien. Es sólo un poco de tensión, un poco de espasmo muscular. No es nada comparado con otros que he tenido. He sufrido una hernia discal y cosas que serían mucho más preocupantes. Además, tengo gente muy buena a mi alrededor que sabe qué hacer. Todo va bien», afirma.

No hay que encender, por tanto, ninguna alarma. Rory ha confesado que apenas ha entrenado desde la semana antes de empezar los Playoffs de la FedEx Cup. En esas tres semanas prácticamente lo único que hizo fue calentar y salir a jugar. Desde East Lake apenas pegó unas bolas el viernes pasado, ayer practicó el campo y hoy ha jugado el Pro Am. Después de Wentworth sí retomará los entrenamientos más intensivos para llegar lo mejor preparado posible a Roma.

Precisamente, sobre la Ryder Cup, McIlroy afirma que tiene una profunda espina clavada por lo que ocurrió hace dos años en Whistling Straits. «Como todo el mundo vio la última vez, no sentí que hiciera lo que se suponía que tenía que hacer y, obviamente, este año voy a intentar corregirlo», avanza.

Pese a todo, defiende sus números en la Ryder respecto a aquellos que piensan que sus actuaciones no han estado a la altura del jugador que es. «En el global de las seis Ryder Cup que he jugado he hecho una buena contribución. Creo que el año pasado fue la primera vez que tuve un récord negativo. En Francia, Hazeltine, Gleneagles, Medinah o Celtic Manor gané más de lo que perdí y esto es bueno. Creo que el año pasado ensucié un poco los números, pero lo más importante es sentir que estás aportando tu granito de arena al equipo», añade.

En cuanto al equipo europeo, McIlroy está contento y confiado y defiende la elección de Ludvig Aberg. Él también lo vio venir bastante antes de que ganara en Suiza. «Creo que tenemos una buena mezcla de experiencia y juventud en el equipo. Todos los que han seguido el golf en los últimos meses han conocido el potencial que tiene alguien como Ludvig. Sólo hay que verle pegar bolas en el campo de prácticas en el PGA TOUR. Es especial, de verdad. Es un pegador increíble. No creo que la gente de esta parte del mundo lo conozca mucho porque ha jugado todo su golf en la universidad y en Estados Unidos y luego ha jugado muchas cosas en el PGA TOUR. Pero vino aquí y terminó cuarto en la República Checa y ganó en Suiza. Demostró a mucha gente que es digno de ser elegido. Sinceramente, creo que Luke lo iba a elegir a pesar de todo, pero obviamente le facilitó el trabajo cuando ganó el domingo», explica.

Por último, más allá de la Ryder Cup, McIlroy no olvida que también quiere ganar la Race to Dubai. «Estas dos semanas (Irlanda y Wentworth) son importantes. Quiero jugar bien por varias razones. Quiero sentirme con confianza y en buena forma de cara a la Ryder Cup, obviamente. Pero sí, creo que sería un gran logro ganar la Carrera a Dubai por quinta vez y empezar a acercarme a Monty.