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Ludvig Aberg lidera en solitario el BMW PGA Championship tras la tercera jornada

Qué pensará el aficionado medio americano de Ludvig Aberg…

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Ludvig Aberg durante la tercera jornada del BMW PGA Chamionship 2023. © Golffile | David Lloyd
Ludvig Aberg durante la tercera jornada del BMW PGA Chamionship 2023. © Golffile | David Lloyd

Ludvig Aberg (-16), la auténtica sensación del golf mundial y desde luego su irrupción más impactante en muchísimo tiempo, es el líder en solitario del BMW PGA Championship después de la tercera jornada, en la que ha firmado sin comerlo ni beberlo un 66, registro que le ha procurado para mañana una ventaja de dos golpes sobre sus inmediatos perseguidores, Tommy Fleetwood (-14) y Connor Syme (-14).

Lo de ‘sin comerlo ni beberlo’ tiene su sentido. Quizá más literario que literal, pero lo tiene. Porque verdaderamente esa es la sensación que traslada este joven nórdico, la de que siempre le queda una vuelta de tuerca más que dar. La de que se le caen de los bolsillos las tarjetas por debajo de los setenta golpes. La de que no le cuesta demasiado firmar excelentes rondas de golf, aunque sea en un campo como el del West course de Wentworth, que no conocía y que desde luego no es una perita en dulce.

Aberg ganará mañana o no, es obvio, aunque todo apunta a que va a tener que jugar mucho y muy bien quien quiera superarle, porque este chico ya ha demostrado que, al menos hasta la fecha, la presión le resbala. Es cierto que es un recién llegado, y que por tanto parece demasiado pronto para sacar tales conclusiones, pero es que es exactamente así: cada semana que pasa gana en aplomo, aunque hayan pasado muy poquitas desde que diera el salto a un mundo profesional que, por cierto, suele comerse con patatas fritas a los números unos amateurs que van llegando. No es el caso. Como no lo fue con Jon Rahm.

La pregunta que nos hacemos ahora es que pensará de verdad el aficionado medio estadounidense de este jugador, con la Ryder Cup a la vuelta de la esquina. Con toda seguridad, a aquel lado del Atlántico todavía no le conceden toda la credibilidad. Es muy probable que hasta se froten las manos, intuyendo el desmoronamiento del novato en cuanto comience la acción en el Marco Simone romano. En fin, a este lado del charco, ya ha quedado dicho, el análisis quizá se nos vaya de madre justo por el lado opuesto, porque, aunque haya que frotarse los ojos y pellizcarse, a Aberg en realidad comenzamos a verlo y tratarlo como a uno de los valores seguros de la escuadra continental. En fin, ver para creer, aunque seguramente no sea ni una cosa ni la otra.

Aberg todavía tiene mucha faena que lidiar en Wentworth, qué duda cabe. Ya vimos lo que estuvo a punto de conseguir Jon Rahm el año pasado, viniendo en la última ronda de ninguna parte para firmar un 62 y quedarse a un golpe de la victoria, o al menos del desempate. En este campo pueden darse estas situaciones, así que el abanico de candidatos es demasiado amplio como para repasarlo nombre a nombre. Digamos solamente que no es ninguna monstruosidad pensar que un tipo como Viktor Hovland (-10), que sale a seis golpes del líder, pueda hacerse con el triunfo.

Desde luego, con Jon Rahm (-12) hay que contar. Y con el citado Fleetwood. O con Tyrrell Hatton (-11), que va y viene, pero nunca termina de quitarse de en medio. Todos, eso sí, parecen en manos de Aberg, muy capaz según parece de matarlos suavemente con su canción. No sólo es muy bueno, es que además está iluminado: hoy se metía al fin en un serio problema en el hoyo 13, pero terminaba embocando un putt de once metros para salvar el bogey. Y sonreía. El tipo sonreía.

Resultados en directo del BMW PGA Championship