El 18 de noviembre de 2007 más de uno se llevó las manos a la cabeza cuando vieron ganar a Miguel Ángel Jiménez el UBS Hong Kong Open. No por el hecho de ver triunfar al malagueño, no en vano sumaba entonces su decimocuarta victoria en el European Tour, sino por el hecho de ganar por segunda vez en ese torneo. En ese campo. Esto sí es más raro…
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Claro, en ese momento nadie sabía aún que Miguel es el auténtico jefe de Hong Kong, el rey, el emperador, el líder supremo. Ya había ganado allí en 2004 y volvería a hacerlo en 2012 y 2013. Su jardín. Como Bay Hill, Firestone o Torrey Pines para Tiger Woods. Un recorrido hecho a su medida, corto, estrecho y extremadamente técnico. Ahora un golpe cerrado, ahora otro abierto, aquí hacer falta una bola recta… Aguas turbulentas donde Miguel se desenvuelve de maravilla.
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Fue un gran triunfo porque lo hizo remontando, con un final angustioso. Recuperó cuatro golpes en la última vuelta a Robert Karlsson y venció en la recta final al sueco y a KJ Choi. Baste decir que el 18 se solventó con un bogey de Miguel y un doble bogey de Karlsson para que el malagueño venciera por un golpe de margen.
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Aquella semana jugaron también un imberbe Rory McIlroy, que pasó el corte, y un Trevor Immelman que apenas seis meses después se adjudicaría el Masters de Augusta. El sudafricano hizo top ten.
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