Joost Luiten (-7) es el primer líder del Dutch Open. Esto no ha hecho más que empezar y todavía queda un mundo por delante, pero el holandés, por lo pronto, ha puesto una base sólida para lograr igualar la marca de victoria de jugadores como Seve Ballesteros. Lo de hoy tiene un mérito especial porque lo hizo jugando por la tarde, cuando los resultados no fueron tan buenos. Luiten presentó una tarjeta con ocho birdies y un solitario bogey. Ha tenido que llegar a casa para dar brillantez a una temporada y varios meses bastante grises.
Eddie Pepperell (-6) y Rasmus Hojgaard (-6) comparten la segunda posición. Ambos jugaron por la mañana. Ver a Pepperell y Rasmus en todo lo alto nunca debería ser una sorpresa, pero sí es cierto que no venían desplegando su mejor juego.
El inglés ha ido ahogando las penas en su incombustible y genial humor negro en Twitter, mientras que Rasmus ha visto cómo su hermano Nicolai le pasaba por la derecha directo al PGA Championship. El danés no hace un top 10 en el Circuito Europeo desde que ganó el año pasado en Suiza y Pepperell, desde Wentworth… en 2020. No es una sorpresa como tal, pero un poco sí…
A un golpe de la dupla se ha colocado Marcel Schneider (-5). El alemán se merece el premio de la combatividad del Tour en las últimas semanas. Siempre está ahí, siempre aparece antes o después por las zonas nobles de la clasificación. Lo único que le falta es aguantarse hasta el final. Vamos, lo más difícil. El alemán está acompañado por Victor Perez, Andrea Pavan y Mikko Korhonen. Ya ven, mucho jugador necesitado de buenos resultados.
Arriba, a un golpe del top ten, se ha encajado también Sebastián García Rodríguez (-3), mejor español de momento en la tierra de los tulipanes. Buen arranque de 69 golpes con un único borrón en su tarjeta, un doble bogey en el 14 que le ha podido costar muy caro.
Ha sido una especie de cortocircuito que ha fundido los plomos del juego impecable que había desplegado a ese momento. Ha ido partiendo casi todas las calles, ha cazado casi todos los greenes, ha estado pateando para birdie en cada esquina y ha llegado a ponerse con -4 a falta de cinco hoyos. Iba disparado. Como un tiro.
Sin embargo, una salida al búnker en el 14, otra vez al búnker de green de segundo, una mala sacada desde la arena y un chip que tampoco ha sido el mejor que se le conoce han desembocado en un doble bogey que ha dolido al madrileño. Casi, de hecho, que se le han bajado las persianas. Ha pasado de levitar a meterse en el barro.
Iba de un problema a otro, pero los ha ido solventado. Ha sacado dos pares que saben a birdie en los hoyos 15 y 16 y, justo cuando iba pidiendo la hora, se ha sacado de la manga el mejor golpe del día. Ha cazado la calle del hoyo 18 y ha pegado un segundo tiro sublime. Ha sido un tres cuartos de hierro 4 contra el viento que ha dejado seca en green. Opción de eagle de unos seis metros. No ha metido el putt, pero sí ha asegurado un valiosísimo birdie para acabar. Ese final era lo que merecía su juego en los primeros 13 hoyos. Ha demostrado que puede hacer cosas en este Bernardus Golf holandés.
Buen inicio también de Pep Anglés (-2), que dejaba lo mejor de su repertorio para el final de la vuelta. Ha terminado con birdie en el 17 y un eagle estratosférico en el 18. La ha dejado a tres metros pasada la bandera y ha metido el putt. Así se le da la vuelta a una vuelta.
Nacho Elvira (-1), Gonzalo Fernández Castaño (-1) y Adrián Otaegui (-1) también han terminado bajo par, mientras que Jorge Campillo ha entregado una vuelta de par. No es un mal arranque. No les va a dar para estar dentro del corte cuando termine el día, pero no es ningún desastre. Hay mucho margen de maniobra aún, así como para Alfredo García Heredia (+1), que resiste bien pese a no estar al ciento por cien de la costilla, y Santi Tarrio (+1). El corte está en -1.
Contra las cuerdas están Álvaro Quirós (+3), Javier Ballesteros (+3), Ángel Hidalgo (+3), Alejandro Cañizares (+3) u Rafa Cabrera Bello (+4).
