Rory McIlroy da por extinguida la amenaza. El norirlandés se muestra convencido de que el proyecto de la Super League Golf ha quedado sepultado, al menos por ahora, bajo la catarata de renuncias de jugadores como Jon Rahm, Collin Morikawa, Justin Thomas, Jordan Spieth, Dustin Johnson o Bryson DeChambeau. «Por todo lo que se ha ido palpando en los últimos días no me sorprende la renuncia de DJ y DeChambeau. Siempre he creído que el PGA Tour es el mejor lugar del mundo para jugar si eres un profesional de élite», apuntó este domingo tras acabar su última vuelta en el Genesis Invitational de Los Ángeles.
McIlroy fue un poco más allá en sus reflexiones y certificó la defunción del proyecto de Golf Saudi liderado por Greg Norman. «Sí, sí, creo que esto es el final. Quién queda. Quién ha dicho que se va a ir. Me temo que no hay nadie. En mi opinión es una vía muerta. Simplemente, no veo a nadie que pueda sumarse ahora mismo a ese proyecto», explicó.
Rory considera que la iniciativa saudí ha tenido mucho más ruido que nueces. Critica severamente el punto de partida del nuevo circuito, las personas que se pusieron al frente e incluso habló de artimañas para crear confusión entre los jugadores. «No tengo ni idea de por qué ha quedado todo resuelto esta semana, pero los responsables de este proyecto han promovido más humo que otras cosas. Han difundido rumores y han tratado de enfrentar a unos jugadores con otros. Han dicho unas cosas a unos managers de jugadores y otras diferentes a otros. Han creado caos y confusión. Creo que han tratado de jugar con unos y con otros. Es muy bueno ahora que todos podamos sentarnos y decir, mira, estamos todos en el mismo barco. Hay cosas que el PGA Tour podría hacer mejor y se está trabajando en ello, por supuesto, como en cualquier negocio, en cualquier liga deportiva del mundo, todos están tratando de mejorar. Yo me quedé tremendamente tranquilo cuando la semana del torneo de Arabia Saudí no se produjo ningún anuncio oficial. Todo el mundo estaba esperando algo y no salió nada de allí», sentenció.
McIlroy fue preguntado también por los comentarios de Phil Mickelson hacia el periodista Alan Shipnuck, realizados el pasado mes de noviembre y sacados esta semana a la luz pública. La contundencia es total. «No quiero hacer leña del árbol caído, pero pienso que sus palabras han sido egoístas, ingenuas e ignorantes. Hay un montón de palabras para describir su charla con Shipnuck. Fue sorprendente, decepcionante y triste. Estoy seguro de que ahora mismo estará en su casa pensando de nuevo en todo esto y decidiendo hacia dónde quiere ir», remarcó.
Respecto a las marchas atrás de Dustin Johnson y DeChambeau, Rory argumentó que tuvo conocimiento de la decisión de DJ el sábado por la noche, antes de que saliera el comunicado oficial, mientras que respecto a DeChambeau «nadie sabía realmente en qué posición estaba. No le había dicho nada definitivo a nadie. Me alegro que haya salido ahora y que haya dicho que lo ha dicho».
McIlroy desveló que realmente nunca ha llegado a estar realmente preocupado. «Yo cuento con la ventaja de estar muy cerca de los rectores del PGA Tour. Siempre que me reúno con ellos como presidente del comité de jugadores sé que se trabaja en la buena dirección y que se están buscando fórmulas para que el circuito sea cada vez mejor. Queremos jugar siempre contra los mejores del mundo y me alegro de que DJ y DeChambeau se queden aquí. No hay que intentar arreglar algo que no está roto. No creo que el PGA Tour y el sistema estén dañados. ¿Hay cosas en las que se podría evolucionar y mejorar y crear una mejor experiencia para los aficionados que ven los torneos en casa o que acuden a ellos, torneos, diferentes formatos, cosas así? Sí, por supuesto. Hay sitio para todo, pero lo que le diría a los aficionados al golf es que el PGA TOUR está trabajando para ello. Quizá podamos cambiar eso de jugar cada semana torneos en formato de 72 hoyos», abrió la mano Rory.
«Tiger Woods es el epicentro de todo»
La postura de Tiger Woods, así como el paso al frente de Jon Rahm y Morikawa fueron definitivos para la tranquilidad de McIlroy. «El nuevo proyecto no puso a la cabeza de los mismos a los líderes oportunos. Sinceramente, el epicentro del mundo profesional sigue girando alrededor de Tiger, él es el epicentro y si no lo tienen, aunque no se sepa cuándo va a volver a jugar, tampoco tienen su bendición. Así no tiene ninguna posibilidad. Después apareció Jon Rahm, el mejor jugador del mundo, Collin Morikawa, el número 2, yo, que he estado ahí arriba durante un tiempo, todos los demás… Es que no tienen con qué jugadores completar un torneo. Greg Norman tendría que jugar para rellenar un torneo. En serio, no creo que puedan conseguir 48 jugadores», remató.
