El capitán del equipo estadounidense en la última edición de la Ryder Cup, Steve Stricker, se encuentra actualmente inmerso en un largo proceso de recuperación después de pasar varias semanas ingresado en un hospital. En una entrevista exclusiva concedida a Wisconsin Golf, Stricker detalló que su dolencia comenzó con una tos fuerte que terminó desencadenando una inflamación alrededor de su corazón.
«Todavía no tengo actividad, aún estoy lidiando con la inflamación», señaló. «Estoy mejorando, pero me hicieron una resonancia magnética justo antes de Navidad y el problema aún estaba ahí, aunque disminuyendo. Tendré otra prueba el 20 de enero y si por fin se ha ido, ya podré empezar a hacer cosas», añadió el veterano golfista estadounidense.
«He perdido más de 11 kilos, estoy como en mi primer año en secundaria, perdí toda mi musculatura. Ahora mismo parezco un hombre de 85 años con la piel colgando», lamentó Stricker, que después de pasar 11 días en el Hospital UW, fue dado de alta justo antes del Día de Acción de Gracias y tuvo que regresar apenas tres días después.
«Tengo la sensación de que la Ryder puede haber tenido algo que ver. Es una decepción, ¿verdad? Después de algo así, que tu sistema inmunológico posiblemente decaiga… Probablemente jugó un papel en esto de alguna forma», asegura Steve.
«Mi corazón ahora está en su ritmo. Pero entró y lo perdió desde el mismo Día de Acción de Gracias hasta la víspera de Navidad. Así que toco madera. Ahora tomo menos medicamentos. Los análisis indican que la inflamación está disminuyendo. Y debe ser así porque me siento mejor, ya estoy caminando un poco. Estoy empezando a ser más activo y desarrollar una mayor tolerancia, cosas que indican que vas a mejor», explica.
El cardiólogo de Stricker dijo que podrían pasar seis meses antes de que el golfista pueda regresar a la competición (es jugador del PGA Champions Tour), aunque la agenda para su vuelta a los torneos por el momento no está clara. Una noticia sorprendente de la que apenas se habían conocido detalles hasta ahora.
