Cualquiera que mínimamente haya seguido la carrera de Steve Stricker sabrá que no es amigo de hacer locuras. El capitán de Estados Unidos de la Ryder Cup es un hombre pausado, correcto, educado, tranquilo y con una obsesión casi enfermiza por pasar desapercibido. Con este perfil, estaba claro que no iba a ser él quien pusiera a jugar juntos en esta Ryder Cup a Bryson DeChambeau y Brooks Koepka. Provocaciones e inventos, los justos.
«Seguramente no van a jugar juntos… Está bien, lo digo ya, no va a jugar juntos de ninguna manera», respondió a la enésima pregunta que se le ha hecho sobre este asunto en los últimos meses. Eso sí, una cosa es que no vayan a jugar juntos y otra cosa bien distinta es que haya un problema en el vestuario norteamericano. Stricker lo niega, aunque también es su papel, no puede decir otra cosa. Sea como fuere, Steve le ha puesto fecha y lugar al armisticio firmado entre Koepka y DeChambeau. «No es un problema ni para mí ni para el equipo. Nos reunimos hace unas semanas, todos, y he mantenido conversaciones con ambos. Me han asegurado que no van a ser un problema. No tengo por qué preocuparme. Insisto, fue una muy buena cena, vinieron todos y tuvimos una gran conversación. No lo veo como un problema. Los dos están completamente implicados con el equipo», aseguró.
Lo de Koepka y DeChambeau no le quita el sueño a Stricker. Sí le tiene mucho más preocupado un pensamiento. ¿Por qué Estados Unidos lo hace tan bien en la Presidents Cup y tan mal en la Ryder? «Sí, esa es una gran pregunta y nosotros nos la hacemos mucho, ¿por qué no ganamos más Ryder Cup como las Presidents? Si tuviéramos esa respuesta, ganaríamos más Ryder Cup. No sé si en la Ryder nos salimos de nuestro camino. Estoy tratando de contagiar la energía de la Presidents en la Ryder y también se estar muy poco más relajados. Creo que jugamos un poco más relajados en la Presidents. Sí, estamos tratando de aprender todo el tiempo de las dos competiciones. Es obvio que son torneos diferentes, que Europa trae siempre un equipo muy fuerte y juegan bien, son duros, siempre son partidos difíciles. Buscamos tratar de cambiar eso esta semana y seguir adelante. Pero sí, estamos preocupados por esta diferencia», explicó. Es lo que más reconcome a Stricker.
Tiger Woods no estará salvo sorpresa en Whistling Straits físicamente
Por otro lado, el capitán americano prácticamente confirmó que Tiger Woods estará en alma en la Ryder de Whistling Straits, pero no en cuerpo. «Es muy difícil para él en su situación hacer el viaje y venir aquí al campo. Lo importante es que siga centrado en su recuperación para que podamos verle de nuevo jugando al golf. Está y estará con nosotros. Yo lo tengo todo el día al teléfono, pero su presencia física es realmente muy complicada», apuntó.
Por último, aclaró que no va a prohibir el uso de las redes sociales, entre otras cosas porque Stricker no es nada de prohibir, pero sí que ha mantenido una charla con sus jugadores sobre este asunto y la mejor manera de manejarlo durante la semana. Redes sociales, sí, pero con responsabilidad y atención.
