La Ryder Cup ya está en marcha en Whistling Straits. La maquinaria ha echado a rodar y ya no hay quien la pare. Este lunes llegaron los dos equipos a la pequeña ciudad de Kohler, en Wisconsin, y hoy se celebrarán las primeras rondas de prácticas. Martes, miércoles y jueves serán días para realizar ajustes, moldear estrategias, confirmar impresiones y detallar la preparación de la competición de golf más importante del mundo. Todo arrancó la pasada madrugada, hora españolas, con la comparecencia de Steve Stricker y Padraig Harrington ante los medios de comunicación. Los capitanes de Europa y Estados Unidos dieron el pistoletazo de salida.
Se abordaron muchas cuestiones y se vio a cada uno en el papel que se les presupone. Harrington tomando la iniciativa y manejándose antes los medios con su soltura habitual. No muchos pueden presumir de hacer sombra al irlandés cuando se trata de hablar, argumentar y explicar. Mientras, Stricker se dejó llevar, dio la palabra a su ‘invitado’ y le dio la razón prácticamente en todo. Harrington es un líder al que le gusta tirar del carro, llevar la voz cantante, mientras que Stricker es otro estilo. Es un líder silencioso, que deja hacer a los demás, que no habla salvo cuando es estrictamente necesario. Y cuando llega ese momento, todos callan y lo escuchan. Harrington es un capitán que convence. Stricker es un capitán que invita a sus hombres a convencerse por sí mismos.
Se dijeron muchas cosas, pero hubo un momento de la rueda de prensa especialmente significativo para el golf español. Lo protagonizó Harrington y su respuesta pone los pelos de punta a cualquiera. Les contamos íntegramente cómo sucedió para dar aún más valor a las palabras del capitán europeo. Le hicieron una pregunta que está en el manual de cada rueda de prensa de una Ryder Cup:
– Edición tras edición, es fácil pensar cuál es la motivación de Estados Unidos para competir como equipo. Juega por su país y todas esas cosas. Sin embargo, lo de Europa es diferente. ¿Qué es lo que ha conseguido que Europa sea capaz de actuar como equipo?
Aquí tienen la respuesta de Harrington, sin quitar ni poner nada:
«Seve. Directamente. Muy claro. Seve. Todo comenzó con Seve en los años 80. Fue él quien presionó para que la Ryder se convirtiera en una competición continental más allá de Gran Bretaña e Irlanda. Seve consiguió de esta manera legitimar al European Tour. Fue una forma de dar al Tour Europeo un peso. En aquellos años los grandes jugadores de Europa no conseguían tener acceso a los mejores eventos del mundo y Seve siempre luchó contra eso, contra viento y marea. Jugar y ganar la Ryder Cup era la forma de decir que Europa merecía un asiento en la mesa principal del golf mundial. Si miramos a los grandes jugadores que tuvimos en los años 80, muchos llegaron por Seve y todos ellos lograron llevar a Europa a una posición mucho más fuerte en el golf mundial. Seve nos lideró en ello. Estamos aquí para jugar por el European Tour. Cuando he estado jugando torneos en Europa en las últimas semanas, me he encontrado a jugadores sudafricanos, australianos y asiáticos que se me acercan y me desean suerte. Nos apoyan porque saben que gran parte del futuro del European Tour depende de cómo lo hagamos en la Ryder Cup. Así que sí, el tecnicismo de la clasificación dice que debes haber nacido en la Europa continental para jugar la Ryder, pero la realidad es que jugamos para el European Tour».
Seve es el centro de todo. Lo sabemos. Pero nunca está de más recordarlo, y mucho más cuando lo hace alguien desde fuera. Más valor tienen aún las palabras de Harrington teniendo en cuenta que es irlandés. En el caso de un sueco, alemán, francés o italiano se podría entender más, puesto que fue Seve quien los metió en la Ryder Cup, pero los irlandeses ya estaban en la Ryder antes de que llegara Seve. Las palabras de Harrington son emocionantes porque vuelven a poner sobre la mesa que sin Ballesteros la Ryder no sería ni mucho menos lo que es hoy en día. No está mal esta reflexión como aperitivo para ir cogiendo fuerzas para la gran batalla que arranca el viernes.
