Inicio Grandes Circuitos PGA Tour Bay Hill nos regala un domingo con aroma de Grande
Crónica de la tercera jornada del Arnold Palmer Invitational

Bay Hill nos regala un domingo con aroma de Grande

Compartir
Scottie Scheffler. © Golffile | Mateo Villalba
Scottie Scheffler. © Golffile | Mateo Villalba

El Arnold Palmer Invitational no es un Grande, pero a veces lo parece. Esta semana, por ejemplo. No es un Grande, pero sí oficial con mando de la guardia pretoriana de los cuatro torneos más importantes del año.

La tercera jornada no ha decepcionado ni un ápice, con una amplia nómina de jugadores gestionando con gallardía y talento las dificultades que hoy presentaba Bay Hill: la acción del viento, más picante que días atrás, el rough glotón (cada día lo es más) y unos greenes firmes, pero algo peludos y difíciles de interpretar.  No es extraño, por tanto, que tan sólo seis jugadores hayan conseguido bajarle los humos al recorrido de Orlando y firmar tarjetas por debajo de los setenta golpes. Y sólo uno, el irlandés Seamus Power, libraba todos los peligros y cerraba la ronda sin un solo bogey.

Seis colíderes teníamos después de 36 hoyos y sólo quedan dos. Uno de ellos, para más señas, sigue siendo el Número Uno del mundo, Scottie Scheffler (-9), que al igual que el viernes le ha hecho un parcial de cuatro menos a los segundos nueve de Bay Hill para tomar el mando. El otro es Shane Lowry (-9), ahí arriba desde el arranque y de nuevo, como la semana pasada, en el partido estelar del domingo. Bay Hill no le gustaba, pero por lo que se ve ya le va gustando. Él es uno de los que mejor está interpretando los greenes, pero en general se está mostrando muy sólido en todas las parcelas del juego.

El gran movimiento del día lo han protagonizado dos hombres, Harris English (-6) y Rory McIlroy (-5), ambos con el mejor registro de la jornada, sendas tarjetas de 68 golpes, una pequeña proeza. Y ambos, por supuesto, se han ganado el derecho a aspirar a absolutamente todo en la ronda decisiva. Después de unos primeros nueve algo dubitativos Rory se subía al tee del 10, desempolvaba el plan de urgencia, el de ‘vamos a dejarnos de tonterías’, y apuntaba directamente a la derecha con la feliz idea de arrear el mandoble del día (¿o del año?) para regatear el dog leg y llevar la bola muy cerca del green… Y no la llevaba cerca, sino al mismísimo green (drive de 365 yardas, casi todas ellas de vuelo). De este curioso modo arrancaba una serie magnífica y un parcial de seis menos por la segunda mitad del recorrido, sacando incluso adelante un par en el 11 después de irse al agua desde el tee (hoyos 10 y 11: Rorylandia en esencia). El norirlandés se ha invitado a la fiesta final, aunque el asunto ese de asaltar el trono mundial parece algo más complicado, tal y como viene carburando Scheffler, qué manera de jugar la suya de tee a green tan absolutamente fabulosa, con qué intención pega cada vez a la bola. El texano, además, hoy ha pateado de lujo. Para que queremos más.

Tiene Bay Hill aroma de Grande porque vamos a disfrutar el que es a priori y sin duda el domingo más potente del año, el de mayor calado, atendiendo a la exigencia del campo y a la extensa lista de ilustrísimos en la pelea, con quince jugadores todavía en un margen de cinco golpes. Wyndham Clark (-8), Will Zalatoris (-7), Hideki Matsuyama y Russell Henley (-7), colíderes al inicio del día, han defendido su particular tramo de trinchera con éxito, y sólo Brian Harman (-2) ha flaqueado. Igual que Hovland, Theegala, Schauffele, Min Wo Lee o Straka, todos ellos con marcadores abultados. No tienen piedad Bay Hill ni el Arnold Palmer, el torneo de las dos caras, tan amable de las cuerdas hacia afuera y temible por dentro de ellas.

Resultados en directo del Arnold Palmer Invitational