El PGA Tour sigue perfilando los detalles del regreso a la competición previsto para mediados de junio (del 11 al 14) con el Charles Schwab Challenge en Colonial. Días atrás les contábamos las líneas maestras del plan sanitario y de seguridad que estaban diseñando los rectores del circuito para garantizar la celebración de los torneos con la mayor confianza posible, pues bien ahora se empiezan a conocer poco a poco los detalles de la intendencia.
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El PGA Tour necesitará un millón de tests para los 12 torneos que están previsto celebrarse entre la cita de Colonial y el Tour Championship, evento con el que terminará la temporada la semana antes del US Open Championship, en septiembre. La cifra ha sido publicada por el diario inglés The Guardian, que además ha añadido que cualquier jugador o personal presente en los torneos que de positivo en alguna prueba quedará directamente aislado en cuarentena durante 14 días.
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Los tests se llevarán a cabo de tres maneras. El Tour enviará a las casas de los jugadores una remesa para que ellos mismos se lo puedan hacer antes de salir para desplazarse a un torneo. Además, habrá más pruebas para aquellos que viajen en avión y por último se harán múltiples tests en los torneos.
El circuito americano calcula que en sus cuatro primeros torneos, que serán a puerta cerrada, habrá entre 700 y 800 personas in situ, entre jugadores, caddies, árbitros, periodistas, equipos de TV, organización… Se trata de una cifra bastante manejable que permitirá mantener sin grandes riesgos las medidas de protección necesarias para evitar focos de contagio del coronavirus.
Unos pantalones chillones, un error garrafal y un sueño truncado
Hay que decir que fuentes oficiales consultadas por el The Guardian no confirman la cifra de un millón de tests, pero sí todo el operativo que está previsto. Hay que tener en cuenta que admitir esta cifra ahora mismo en Estados Unidos sería de lo más impopular, ya que ayer el gobierno de Donald Trump declaró que en total en el país había cuatro millones de tests disponibles para la población. Sea como fuere, en el PGA Tour confían en que de aquí a dos meses, cuando se reanude la competición, la situación del reparto y fabricación de pruebas diagnósticas haya mejorado de manera ostensible.
