Joaquín Niemann (-8) ha rubricado este jueves una obra arte en la primera jornada del Genesis Invitational. Del séptimo arte, por aquello de estar situado Riviera Country Club a dos pasos de la meca del cine. Lo del golfista chileno ha sido una apoteosis de golf. Tarjeta de 63 golpes jugando por la tarde, con nueve birdies y un bogey.
El resultado lo dice todo. Impresiona por sí mismo. Pero si además rascamos y le sacamos punta a la vuelta, resulta extraterrestre. De los nueve birdies de Niemann, seis han sido con putts de menos de un metro y medio y ocho por debajo de tres metros. Se ha permitido el lujo de hacer 63 golpes en uno de los campos más exigentes del mundo con un único bonus, un putt de casi once metros que embocaba en el hoyo 13. Sencillamente demoledor. Poesía en movimiento.
Sus últimos trece hoyos del día han sido para enseñar en las escuelas de golf. El putt más lejano de birdie que ha tenido ha sido de nueve metros. Su recital de tirazos ha sido antológico, especialmente entre el hoyo 4 y el 7. Ahí ha sido playstation. Tres birdies desde cuatro, dos y cinco pies. Asombroso. E insistimos: por la tarde, con las condiciones más difíciles y los greenes más duros.
Desde que la tecnología ‘shot link’ recoge los datos de cada vuelta de cada jugador en el PGA Tour, año 2004, nadie ha jugado mejor que el chileno hoy en Riviera de tee a green. Ha ganado casi siete golpes a la media del torneo.
La exhibición de Niemann en Rivera le ha permitido cazar el liderato de manera muy destacada. Tiene tres golpes de ventaja sobre Jordan Spieth, Scottie Scheffler, Cameron Young y Max Homa. Los dos últimos también jugaron por la tarde. Young, con dos victorias el año pasado en el Korn Ferry Tour, sigue dando muestras de su calidad en la liga principal, y Homa inicia de manera soñada su defensa del título. Se ve que tiene ganas de volver a quedar con Tiger Woods este domingo.
Entre los grandes nombres que jugaban por la tarde hubo un poco de todo. Rory McIlroy (-2) entregó un buen resultado pese a que no anduvo demasiado certero desde el tee. Patrick Cantlay (-1) levantó a lo Cantlay un +1 en los últimos dos últimos hoyos. Brooks Koepka (PAR) volvió a alternar en exceso, como ocurrió el último día de Phoenix, la de cal y la de arena. Viktor Hovland (PAR) sobrevivió con recursos a un día muy malo desde el tee, algo de lo que no pudo escapar Dustin Johnson (+2). El señor del Genesis no termina de encontrarse a gusto en competición. Ni siquiera los duendes de su campo talismán le han ayudado a recuperar su mejor versión. Ha estado demasiado fallón y necesitará de más ayuda de su driver el viernes para meterse en el corte. De momento, se ha situado provisionalmente en el par.
