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El suspiro de Danny Lee y la esperanza de Gonzalo

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El The Greenbrier Classic ha puesto de manifiesto dos cosas muy claras: las ganas que tenía Danny Lee de conquistar su primer triunfo en el PGA Tour y lo cerca que se encuentra Gonzalo Fernández Castaño de tener esa gran semana que tanto tiempo lleva buscando.

Un profundo suspiro, un fuerte resoplido y un muy americano «wow». Esta fue la inmediata reacción de Danny Lee segundos después de embocar el putt de dos palmos que tenía para par. El jugador nacido en Corea, pero residente en Nueva Zelanda, ganó por primera vez en el circuito americano y lo hizo de la manera habitual en el Greenbrier, con un desempate.

Acabaron cuatro jugadores empatados a -13: Lee, David Hearn, Robert Streb y Kevin Kisner. Los dos últimos se cayeron de la pelea tras mandar al rough su golpe de salida en el hoyo 18, un par 3. Fue en el primer hoyo de desempate. En el segundo (hoyo 17, par 5), la suerte estuvo del lado de Lee. Tanto él como Hearn fallaron la salida muy a la izquierda, sin embargo, la bola del ganador botó en un camino y se quedó franca sobre una hierba pisada por público y buggies, mientras que la de Hearn se quedó sin tiro debajo de unos árboles. Ahí perdió un golpe, el golpe clave del torneo. Lee se llevó el triunfo con un par cómodo.

Así las cosas, Lee, el jugador que ganó el US Amateur batiendo el récord de precocidad de Tiger Woods por seis meses, consigue al fin la victoria que mucha gente, y especialmente él mismo, llevaba mucho tiempo esperando. Su voracidad para devorar récords era de tal magnitud que apuntaba a top ten mundial cuando apenas tenía 18 años. Fue con esa edad cuando ganó el Johnnie Walker Classic, torneo del European Tour donde batió de nuevo un récord de precocidad. Se convirtió en el ganador más joven de la historia del Circuito Europeo y el segundo amateur después de Pablo Martín.

Sin embargo, su adaptación al PGA Tour no fue tan rápida. Le costó encontrar su sitio en el circuito americano, alternando la liga mayor con el Web.com Tour. Finalmente, en 2015 ha conseguido al fin los resultados que tanto tiempo llevaba buscando. Antes de ganar el Greenbrier ya se había dejado alguna oportunidad por el camino. Había jugado 26 torneos con un balance de ocho top 25 y tres top ten. Ahora, tras el triunfo, respira aliviado. Además, podrá hacer su debut en el Open Championship seis años después. La primera oportunidad la tuvo en 2009, pero prefirió pasarse a profesional después del Masters y renunciar al derecho que tenía de jugar el British como amateur. Junto a Lee, se clasificaron ayer Hearn, James Hahn y Greg Owen.

Gonzalo Fernández Castaño no tuvo el domingo que esperaba, pero el global de la semana invita más a la esperanza que a otra cosa. El madrileño ha cuajado probablemente su mejor semana del año de tee a green. Los cambios en el swing realizados junto a Randy Smith comienzan a dar sus frutos. Ayer volvió a cazar trece calles y 14 greenes, unas cifras muy poderosas. De hecho, de tee a green, Gonzalo ha sido el decimocuarto mejor jugador del torneo. Son datos que invitan a la esperanza y que dejan bien claro que está rondando una gran semana.

El freno del madrileño este domingo y, en general, durante toda la semana, ha estado en los greenes, y especialmente en los putts cortos. Se le han escapado muchos durante los cuatro días. Ayer mismo, fallaba tres de menos de metros y medio, dos para par y uno para birdie. Son esos putts claves que impiden catapultar una vuelta.

Gonzalo terminó con una vuelta de 71 golpes para un total de seis bajo par. Acabó en el puesto 37º, construyendo poco a poco una remontada que necesitaba coger ya una velocidad de crucero para mantener la tarjeta. Los síntomas son buenos.

Resultados finales del The Greenbrier Classic