Matthew Fitzpatrick (-5) ha lanzado una espléndida vuelta de 66 golpes en el turno matutino de la primera jornada del Genesis Invitational. Un gran resultado que le permitió liderar el torneo hasta la llegada por la tarde de Sam Burns (-7). El inglés sigue demostrando a los más incrédulos (entre los que se encuentra/encontraba el arriba firmante) que sus mimbres son efectivamente de jugador top 25 del mundo con todas las de la ley. Que no vive sólo de rachas pasajeras; ni siquiera de su formidable desempeño con el putter en las manos (hoy enchufaba un putt de más de doce metros y otro de más de seis, ambos para birdie, eso sí). Esta ronda de golf en el Riviera Country Club (Pacific Palisades, Los Angeles) es buena muestra de ello, porque el mítico recorrido californiano no está para muchos deslices. La línea del corte ha terminado hoy en un registro de +1. Y eso, en un torneo donde se da cita más de la mitad del top 100 del mundo…
Rahm se deja una buena parte del botín en los greenes
Así las cosas, todo lo que sea jugar por debajo del par parece un resultado notable, y así será cada día de la semana, porque lo normal es que la dificultad incluso vaya a más. Por eso el 70 de Jon Rahm (-1) hay que darlo por bueno. Qué decir entonces del 68 que ha entregado Dustin Johnson (-3), que desde el inicio confirma que no tiene ningún problema en ponerse al mando de las operaciones y cuyo acumulado histórico en este campo (lleva catorce años seguidos jugando aquí) se va ya hasta un -86 de locura. Fitzpatrick pitó más por la mañana, sí, y otros como Wyndham Clark (-4), Patrick Cantlay (-4) o Joaquín Niemann (-4) han cerrado vueltas aún mejores que la del Número Uno del mundo, pero a nadie se le escapa que es D. J. quien sigue siendo la referencia y el norte del torneo, tal y como ha empezado. Y eso que ha dejado escapar los tres pares 5 del campo, donde él no suele perdonar tanto…
Sergio García aterriza en el Genesis sobre la bocina por la ola de frío
El caso es que Johnson cerraba una ronda con un solo bogey y cuatro birdies y, de paso, dejaba en la casa club una muy mala noticia para el resto de aspirantes: ha sido capaz de ganar sin despeinarse a un campo muy duro el día en que sólo ha cogido tres calles y ha fallado hasta siete greenes en regulación, mostrando un tacto y acierto demoledores alrededor de los greenes de Riviera. Pues no, no se llega hasta donde está él sólo a fuerza de bofetadas y tente tieso. ¿Cómo lo ha hecho? Pues muy sencillo, según sus estándares: en el hoyo 5 enchufaba un putt desde fuera de green y a unos once metros del hoyo; y luego, en los hoyos 7 y 8 se dejaba sendas opciones de birdie casi dadas. Así cualquiera.
¿Nos contestarán el Genesis y Riviera alguna de estas DOCE sugestivas preguntas?
También han comenzado el torneo bien situados Francesco Molinari (-3) y Adam Scott (-2), el defensor del título. El italiano sigue mejorando día a día y seguro que no ve la hora de situarse de nuevo en los últimos partidos del domingo. Harrington, desde su casa, también andará pendiente de cómo evoluciona, porque cualquier ayuda será poca en la Ryder, dentro de siete meses.
Harrington está in situ, no en su casa…pero seguro que igual de pendiente…
Harrington está in situ… imagino que muy pendiente, igualmente… Juan