Jon Rahm (-4) ha arrancado en el Phoenix Open con una vuelta de 67 golpes, cuatro menos en el día, que de momento le sirve para otear el horizonte dentro del top ten del torneo, a dos golpes del mejor registro entregado, el del coreano K. H. Lee (-6), aunque el líder provisional es Sahit Theegala (-7), joven valor estadounidense que venía disparado y no pudo acabar su ronda por falta de luz. Se quedó en su penúltimo hoyo con un putt de casi cinco metros para par.
Daba la sensación de que Jon estaba dejando escapar una interesante oportunidad de ponerse al mando de las operaciones a las primeras de cambio, puesto que su juego de tee a green volvía a ser consistente y suficientemente certero como para irse creando opciones de birdie a buen ritmo, y sin embargo su resultado no terminaba de estallar. Una vez más el de Barrika no ha tenido excesivos problemas en rematar una ronda sin bogeys, un hecho que no por repetido debe dejar de valorarse y resaltarse. Pero no terminaba de remachar en los greenes, hasta el punto de dejarse por el camino cuatro opciones de birdie desde distancias que iban del metro y medio a los tres metros, sobre todo en los pares 5 del Stadium course del TPC Scottsdale (ningún birdie en los hoyos largos).
Tampoco acertaba en el 17, el par 4 corto cuyo green puede alcanzarse desde el tee, talismán del español en este torneo (ahí había hecho doce birdies y un eagle hasta la fecha), donde disponía de una de las citadas opciones más que razonables. Sin embargo, rara es la vez que el jugador vasco no aprovecha para hacer algo especial, para dejar su firma en la jornada. Hubo que esperar hasta el 18, un hoyo en el que Rahm jamás había conseguido hacer un solo birdie en las anteriores 24 vueltas de competición que había disputado en este campo. En esta ocasión todo apuntaba a que tampoco lo conseguiría, puesto que fallaba la calle por la derecha y se iba a un bunker, pero después de pegar un buen tiro desde la arena iba a embocar un putt de unos seis metros para romper esta pequeña maldición y, de paso, eliminar el ligero resquemor con el que iba a terminar la ronda.
Este es el rasero por el que hoy en día medimos a Jon Rahm: viene el ‘morrosko’ con un parcial de tres menos en 17 hoyos y sin bogeys en la tarjeta y todavía nos parece que se ha quedado corto, que la jornada no es ni siquiera notable… Rasero de Número Uno, obviamente.
La jornada nos ha dejado ahí arriba a otros grandes nombres, así que la pelea en las alturas está asegurada. Brooks Koepka (-5), Justin Thomas (-4), Xander Schauffele (-4) y Patrick Cantlay (-4) conforman junto a Jon un pelotón de campanillas del que puede salir perfectamente en ganador de esta semana.
