Jon Rahm (-15) ha firmado hoy un 65 en la tercera jornada del Genesis Invitational, segundo mejor resultado del día, y saldrá como líder imponente en la ronda definitiva, con tres golpes de ventaja sobre su inmediato perseguidor, Max Homa (-12), que ha mantenido una dura pugna en la cabeza de la tabla con el español durante buena parte de la jornada, pero que perdía fuelle en el último tercio de la ronda.
Jon Rahm, de nuevo, en el partido estelar de la ronda dominical. Como en Phoenix la pasada semana; como en el Farmers; como en el American Express… Como ha hecho, en definitiva, en los últimos cuatro torneos que ha jugado y en seis de sus últimos nueve, desde el pasado mes de octubre. No se recuerda en los últimos tiempos una prueba de consistencia en la excelencia tan arrebatadoramente insultante. En fin, es que el muchacho saldrá mañana a la caza de su quinto triunfo en esos citados nueve últimos torneos que ha jugado (Open de España, CJ Cup, Final en Dubai del DP World Tour, Hero Challenge, Sentry, American Express, Farmers, Phoenix y este maravilloso Genesis Invitational que aún está por resolverse).
El vasco ha mostrado su versión más sólida en un Riviera de mírame y no me toques, rematando una vuelta sin bogeys, mejorando ligeramente sus prestaciones con el driver en la mano (aunque todavía se le cortara el cuerpo con alguna señora escapada) y alcanzando una nota de notable alto, como mínimo, en todas y cada una de las parcelas del juego. Hierros certeros, por momento estelares, como el del hoyo 4, un par 3 de 220 metros donde se dejaba una fabulosa opción de birdie de dos metritos que iba para adentro; wedges estables, un juego corto muy fino alrededor de estos greenes centenarios, muy firmes y rápidos, y un putt deliciosamente templado. Terminaba, de hecho, enchufando un purito de casi siete metros en el 18 para redondear esta interesante renta de tres golpes con la que partirá mañana.
En buena lógica, pero siempre con la prudencia debida, se podría afirmar que quedan tres candidatos al triunfo final. Rahm, Homa y Keith Mitchell (-11). O quizá cuatro, si añadimos a un Patrick Cantlay (-10), cuya presencia ahí arriba y buen juego conviene respetar. Pero se han caído Rory McIlroy (-4, hoy vuelta de 73) y Collin Morikawa (-7, hoy 72). Y tampoco Scottie Scheffler (-5) ha sido capaz de producir ese vueltón que necesitaba en el día del movimiento para meterse en la pomada y defender con mayores garantías el trono mundial que reconquistaba la pasada semana.
Jon ha rematado hoy un ejercicio concienzudo y persistente de demolición sobre un campo que no estaba para ninguna alegría, y también sobre el resto de candidatos. Homa y Mitchell, sus compañeros de partido, se mantenían con gallardía y excelentes golpes a la estela o a la vera del español, pero en el último tramo algunos borrones en sus tarjetas despejaban el camino. Tanto es así que, analizado con ojo y cerebro fríos, es muy posible que al de Barrika le valiera mañana una vuelta al par del campo para llevarse el triunfo… Por desgracia, este tipo de cuentas apenas sirven de nada cuando se enfrenta uno a tales morlacos.
En honor a la verdad (y a la justicia deportiva) no estaría de más que mañana se alinearan al fin los planetas decimales y centesimales y el ranking mundial reflejara una realidad que de modo tozudo viene imponiéndose durante las últimas semanas y que, desde luego, sitúa a Jon Rahm en lo más alto del escalafón.
