Le podrá salir bien o le podrá salir mal, pero es innegable que la actitud con la que Justin Thomas ha acogido el gran desafío que tiene por delante es encomiable. El golfista de Kentucky, una estrella mundial de tomo y lomo, va a jugar esta semana un torneo en el que no aparecía desde 2016 para intentar meterse en los play offs de la Fedex Cup. Y no lo ve como un castigo, con pereza, o incluso con hastío, para nada, Justin se lo toma casi como un juego divertido. Darle la vuelta a su situación en 72 hoyos es un desafío.
«Estoy muy, muy, muy cerca de jugar muy bien al golf. La única parte mala es que necesito hacerlo muy bien esta semana para demostrarlo. Voy a tratar de jugar lo mejor que pueda y luchar por la victoria. Estoy disfrutando este proceso, aunque no lo parezca. A ver si cogemos una buena racha para acabar el año», explicaba ante los medios este martes a unas horas de que empiece el Wyndham Championship, una cita donde necesita acabar como mínimo 18º en solitario para tener una oportunidad de meterse entre los 70 mejores de la Fedex Cup y jugar los play offs.
Thomas tiene muy claro que hay presión, pero al menos en la previa del torneo y en su cabeza ha decidido darle la vuelta. Lo asimila como una oportunidad de armar el taco. «Yo lo veo como que tengo la oportunidad de tener uno de los finales de temporada más locos de la historia del PGA Tour y voy a intentar hacerlo», asegura. Casi podría decirse que Justin ni siquiera descarta aún ganar la Fedex Cup. Sí, los resultados han ido mal, sí, estoy fuera de los play offs, sí, muchos me dan por muerto, pero para él es una ventana abierta a un logro gigante. Así funciona la mente de los grandes competidores.
Thomas admite que no ha jugado bien en todo el año, pero mantiene que está mucho más cerca de lo que se pueda pensar por los recientes cortes fallados. «No estoy jugando tan bien como lo he hecho en el pasado, pero realmente no estoy jugando tan mal. No le he sacado mucho a mis rondas de golf. Por ejemplo, el viernes de la semana pasada en el 3M, tuve dos swings que literalmente me costaron cinco golpes. Si esos swings van como lo hacen normalmente en cualquier otra situación, estaría 15º el fin de semana. Ha sido una de esas temporadas, supongo. Por otro lado, esto te demuestra cómo es el golf. No entiende de estatus ni nada. Da lo mismo que seas el número 1 o el 101, hay otros que han jugado mejor que yo y por eso están más arriba. Punto».
Por último, Thomas, como era de esperar, bendice la llegada de Tiger Woods a la junta de gobierno del PGA Tour. No encuentra una persona mejor para velar por los intereses de los jugadores. «Sí, obviamente estoy emocionado de tener a Tiger representando a los jugadores. Sé que se lo toma muy en serio. Sabe lo que hicieron Arnold Palmer o Nicklaus en su momento para crear el PGA Tour y lo que es ahora. Seguro que va a servir para allanar el camino. Especialmente ahora que no está jugando tanto, sé que tiene un poco más de tiempo que si estuviera jugando una temporada completa. Se toma muy en serio el futuro del PGA Tour y quiere que esté en las mejores manos posibles y en la mejor posición posible. Sería muy fácil para alguien como él, con todo lo que ha hecho, echarse a un lado y aceptar otras ofertas de patrocinadores, televisión o lo que sea, sería bastante
fácil para él esconderse debajo de una roca el resto de su vida y estar bien. Pero él no quiero eso, su objetivo es seguir viendo crecer y triunfar al PGA Tour».
