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Una de esas cuentas pendientes que Jon Rahm no suele pasar por alto…

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Jon Rahm
Jon Rahm, durante la última ronda del Mexico Open en 2022.

Jon Rahm tiene una cuenta pendiente con el Mexico Open, y más concretamente con su recorrido, el Vidanta Vallarta. Puede parecer una locura o incluso una necedad encontrar un punto negro en una semana tan grande como la que completó el golfista de Barrika hace un año al alzarse con el título con un golpe de ventaja sobre Brandon Wu, Tony Finau y Kurt Kitayama. Pero la realidad es que hubo algo que se le resistió y no son cosas que alguien tan competitivo y ambicioso como Rahm deje pasar por alto fácilmente.

Nos vamos al hoyo 10 del campo mexicano. Es un duro par 4. Muy exigente. Muy largo. Tiene 450 metros. Un gran lago en lado derecha de la calle, apretando el golpe de salida, y rough por la izquierda. El primer golpe es tenso y el segundo no es ninguna broma. Según la distancia que se haya hecho desde el tee se puede tener entre 200 y 160 metros. El año pasado fue el hoyo más difícil del torneo de largo, con una media de golpes de 4.409. El hoyo 18, par 5, apenas tuvo una media un poco más alta, 4.533. Insistimos: par 5. Un dato más: ocupa el octavo puesto en el ranking de hoyos más duros del PGA Tour en 2022. Un monstruito.

A Jon no le fue nada bien este hoyo. Es su cuenta pendiente. Hizo un solitario par y tres bogeys durante la semana. Curiosamente, el par lo consiguió la primera vez que lo jugó, el jueves por la mañana temprano. Fue el primer hoyo de competición que afrontó en el Vidanta Vallarta. Empezó por el 10 esa primera ronda.

Los bogeys de Rahm en este hoyo han sido de todos los colores. Lo  ha hecho yéndose de salida al agua (gran bogey), fallado la calle por la izquierda y hasta cazando la calle, como ocurrió el viernes. El asunto es que ninguno de los cuatro días logró cazar el green de dos. Tuvo que recuperar siempre y sólo salvó el par cuando aprochó desde la derecha, en la calle, corto de green.

Otra curiosidad es que sí alcanzó el green en su tercer tiro después de dropar por la salida al lago. Tenía el golpe más largo de la semana, casi 200 metros, y se dejó un putt de par de unos ocho metros que no pudo embocar. Eso ocurrió el sábado.

Así las cosas, Jon ha hecho bogey las tres últimas veces que se ha enfrentado a ese auténtico coco del Vidanta Vallarta. Vamos, que le tiene ganas. Nadie lo dude. El año pasado se jugó 435 veces en toda la semana y el duro balance es 21 birdies, 127 bogeys y 36 doble bogeys. Fiero como él solo.

Rahm se volverá a enfrentar al hoyo 10 en su primer hoyo del torneo el próximo jueves. No es precisamente la manera más sencilla, aunque a la vista de lo que sucedió en el Masters de Augusta, donde arrancó con doble bogey el jueves y ya sabemos lo que ocurrió ese maravilloso domingo, tampoco parece que a Jon le vaya a importar mucho si la cosa empieza torcida.

Resultados en directo del Mexico Open at Vidanta