Lee Westwood (-13), Bryson DeChambeau (-11) y Justin Thomas (-10) se han erigido como principales favoritos al triunfo en esta 47ª edición del THE PLAYERS, después de firmar con trazo firme tarjetas de 68, 67 y 64 golpes, respectivamente. Una terna dominical a la altura del torneo probablemente más glamuroso del mundo. Por si acaso, eso sí, seguimos teniendo dos españoles con algunas opciones, Jon Rahm (-9) y Sergio García (-8), dispuestos a recoger el guante en cuanto estos tipos se despisten o se dediquen a marcarse entre ellos. De todos modos, nunca está de más un análisis franco de la situación: si no cambian mucho las condiciones de juego, lo normal es que tanto Jon como Sergio necesitasen un resultado muy bajo para tener posibilidades reales y serias, pues ahora mismo, la verdad, no entra en cabeza alguna pensar que Westwood, DeChambeau y Thomas, los tres al unísono, vayan a estancarse en un recorrido que, por supuesto, presenta las dificultades que siempre lo han caracterizado, pero al que se le están haciendo muy buenos resultados durante toda la semana. ¿Nos encontraremos, por ejemplo, unos greenes mucho más firmes, con una pasadita extra del rulo y menos manguera? La verdad es que no parece que vaya por ahí el plan del PGA Tour. Veremos.
La misma puerta abierta aunque con sensaciones distintas
Por momentos pareció que al veterano inglés se le podía terminar atravesando el sábado. Y no es que comenzara jugando mal de tee a green, que eso parece casi imposible a día de hoy, pero sus putts de birdie no entraban y encadenaba hasta nueve pares consecutivos, una situación siempre incómoda cuando realmente estás cazando todos los greenes en regulación. Nada, nada; Lee no está para bobadas ni ansiedades. Muy al contrario, su juego casi iba ganando en consistencia según pasaban los hoyos, hasta que de verdad comenzaban a caer los birdies, sin prisa ni pausa, por los segundos nueve del Stadium course. Como ya ha quedado dicho días atrás, este campo parece hecho a la medida de su juego, pues en el TPC Sawgrass se trata fundamentalmente de poner la bola en juego desde el tee y luego disponer de una habilidad quirúrgica para colocar la bola en la zona correcta del green, capacidades todas ellas que adornan el juego de este hombre cuando anda entonado.
Todos los birdies en una gran jornada de golf de Jon Rahm
Además, y esto es muy importante, Westwood ha recuperado un juego corto alrededor de los greenes que se guía por un sentido común aplastante y una fiabilidad a prueba de bombas. Hoy en día Lee es un auténtico acorazado y la tarea de sacarlo del liderato se antoja ardua y complicada, mucho más saliendo con dos golpes de ventaja sobre su inmediato perseguidor.
Un clic genial y el particular método de Rahm para ganar distancia
Parece increíble que el inglés y DeChambeau vayan a replicar una semana después el partido estelar del domingo de Bay Hill, lo que nos habla de nuevo de esa paz interior que ha alcanzado Lee (según parece ya ni siquiera suda en el campo), así como del hambre insaciable del californiano, que sigue dispuesto a coger los atajos que se le vayan presentando rumbo al cetro mundial. Johnson, Rahm, Thomas… Todos ellos son algo más que obstáculos imponentes que superar en esta tarea, especialmente el actual Número Uno del mundo, Johnson, a pesar de su inconsistente actuación de esta semana, pero es que al bueno de Bryson se le empiezan a caer del bolsillo tarjetas de 67 golpes con una facilidad pasmosa e inquietante…
Dustin Johnson renuncia a jugar los Juegos Olímpicos de Tokio
Como en casi cada torneo de golf y, desde luego, como cada año en Sawgrass, tenemos un puñado de nombres en la pelea final por los que hubiera sido difícil apostar antes de arrancar el torneo: Doug Ghim (-10), Brian Harman (-9) y Chris Kirk (-8) no van a dar tampoco su brazo a torcer, lo mismo que Paul Casey (-9), aunque este no sea un invitado inesperado, compañero de partido de Jon en el asalto final y en el antepenúltimo partido de la ronda final.
Westwood: tantas vueltas para volver a la casilla de salida
El viento, según el parte, puede alcanzar una intensidad de unos 17 ó 18 kilómetros por hora en el tramo final de la jornada. No parece suficiente como para que el río baje demasiado revuelto, pero soplará del sureste y, por tanto, lo hará decididamente a favor en el tee del 17, donde siempre ocurren cositas el domingo y alguno quizá necesite apurar al límite en busca de un penúltimo birdie. Sea como sea, y a la espera de ver si llega esa carga final de la Armada española, seguro que la jornada depara momentos de incertidumbre maravillosos, levite o no levite Westwood sobre el vergel de Ponte Vedra Beach.
