Inicio Grandes Circuitos PGA Tour Lo único que Jon debe vigilar este viernes son las prisas
Jordan Spieth se coloca líder del AT&T Byron Nelson del PGA Tour

Lo único que Jon debe vigilar este viernes son las prisas

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Jordan Spieth, durante la primera ronda del torneo. (Photo by Matthew Stockman/Getty Images)

Jordan Spieth (-9) ha igualado por la tarde la tarjeta de 63 que había entregado J. J. Spaun por la mañana en el TPC Craig Ranch y ambos lideran el AT&T Byron Nelson después de la primera jornada. Spieth, que abrochaba su vuelta con un eagle en el 18, después de enchufar un purazo de más de 16 metros, no juega desde su tercer puesto en el Masters, hace cinco semanas, una posición de mérito y prestigio en Augusta que además llegaba a continuación de una victoria en el Valero Texas Open. No es por tanto el texano un tipo al que dejar suelto ahora mismo; como se descuide el resto, mete la directa y dice adiós muy buenas.

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¿Qué media de golpes tendrá que hacer el ganador esta semana? A ver, señores: es que las tarjetas de 66 golpes, seis menos en el día, se han ido hasta el puesto 16º. El TPC Craig Ranch se ha llevado hoy una buena tunda. Lo han reventado hasta tal punto que el corte se situaba ya en -4, así que mañana podría irse tranquilamente hasta -6, que es el récord en el PGA Tour, e incluso convendría no descartar que llegase hasta -7, situando un nuevo listón a batir en este apartado de las estadísticas.

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Jon Rahm (-4), por tanto, tendrá que vigilar mañana especialmente las prisas y las fatiguitas, sobre todo si la ronda no arranca fina y suave, con buen ritmo de birdies. Es relativamente sencillo desorientarse en este tipo de situaciones, porque se empieza por sentir que los pares son malos, insuficientes, y se acaba por forzar más de la cuenta cuando todavía hay margen y espacio para maniobrar en la tabla.

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La ronda del español es buena, porque una cosa es que el campo se deje hacer y otra muy distinta calificar con un aprobado raspado un registro de 68 golpes. Es buena, pero insuficiente esta semana si de verdad se aspira a la victoria. En situación similar a la del vasco están Bryson DeChambeau (-3) e Hideki Matsuyama (-4). Ninguno de los tres ha conseguido desatarse del todo, aunque en este tipo de tesituras la diferencia entre un 64 y un 68 puede ser realmente de meros detalles. Aún peor lo tiene Brooks Koepka (-1), que mañana quizá necesite un 66 en este par 72 simplemente para pasar el corte. Son registros mareantes, qué duda cabe, y objetivos a corto plazo que pueden llegar a ser muy estresantes.

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Jon ha comenzado con buen ritmo: tres birdies en los primeros cinco hoyos después de enchufar dos putts de unos tres metros. Sin embargo, después se le mojaba la pólvora. Faltaba ese ‘algo’ que relanzara de nuevo su marcador. Un gran tiro que dejase el birdie dado, un purito de seis o siete metros… Eso, o aplicar el ‘método Spaun’, que es mucho más fiable. El estadounidense, uno de los dos líderes, ha sumado nueve birdies y resulta que el putt más largo que ha embocado ha sido de siete pies (2,10 metros) y era para salvar el par en el hoyo 13. Vaya clase magistral la suya con los tiros de aproximación. Este despliegue brutal, con semejante proximidad al hoyo, pertenece más al mundo de los sueños, por muchas facilidades que brinde el campo.

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