Un año más, y van siete consecutivos (2017-2023), el nombre de Xander Schauffele aparece antes o después (más pronto que tarde) en lo alto de la tabla del Tour Championship. No estamos desvelando nada que no se sepa: nadie atesora los registros del californiano en el vetusto y hermoso recorrido del East Lake Golf Club, puesto que en seis ediciones y media (contamos ya las dos primeras rondas de la presente edición) atesora un acumulado de locura de -75. El acumulado de Tiger Woods, por ejemplo, en las diez ediciones que jugó de este torneo en East Lake, antes y después de la era de los play offs, es de -66.
Seguramente también es muy conocido el dato de que en 26 rondas disputadas, todas las que ha jugado, Schauffele no ha firmado ni una sola tarjeta sobre el par del campo: 23 fueron bajo par y tres al par del campo. Y hasta puede que ande ya actualizada su media de golpes en estas 26 rondas, que ahora mismo se sitúa en 67,11, un verdadero disparate.
Pero se puede rascar todavía más a fondo en esta relación de verdadero amor entre el californiano y el campo de Atlanta.
El hoyo 6, primer par 5 del recorrido, suele ser el hoyo más sencillo del campo, si nos fijamos en la media de golpes que allí se da cada año. Pero una cosa es eso y otra muy distinta es que el acumulado de Schauffele sea en este hoyo de -22. Exacto: -22 en 26 rondas. Por supuesto, allí no tiene ni un solo borrón, nunca ha hecho bogey, y sí veinte birdies, un eagle y sólo cinco pares. Esta semana hizo birdie el jueves y de nuevo el viernes…
No es el único hoyo del campo en el que Schauffele todavía no sabe lo que es hacer un bogey. Hay otros cuatro más. Uno de ellos es el hoyo 12, donde Xander acumula doce birdies y catorce pares. Y ahora es cuando entramos de lleno en las profundidades de un logro absolutamente marciano. Y es que Schauffele no ha hecho ni un solo bogey en el tramo final del campo que comprende los tres últimos hoyos del campo, 16, 17 y 18. ¿Cómo es posible que esto ocurra en 26 rondas de golf? Por mucho que el 18 sea un par 5 más o menos accesible, por más que a un jugador le entren por el ojo algunos hoyos determinados, y aunque, en efecto, no sean los hoyos más complicados del campo, ¿cómo puede ser que en 26 rondas, desde 2017 al día de hoy, este tipo no se haya metido en un lío lo suficientemente grave como para capitular en este tramo del campo? No es sólo eso, es que su acumulado en los hoyos 16, 17 y 18 es de -34, con treinta birdies y dos eagles, con este reparto: -8 en el 16, -11 en el 17 y -15 en el 18 (mucho ojo: el 17, ayer, se jugó como el cuarto hoyo más complicado del campo, así que no siempre es una perita en dulce, precisamente).
Schauffele ha hecho en este campo eagles de todos los colores. No suma tantísimos (cinco en estas 26 rondas), pero como quiera que él siempre tiene que destacar de alguna manera, resulta que ha firmado eagles en los pares 5, por supuesto, pero también en un par 4 (embocaba en la cuarta ronda de 2021 desde la calle del hoyo 3, a 115 metros de la bandera) y en un par 3 (hoyo en uno en el 9, ni más ni menos, en la tercera ronda de 2019).
¿Tiene algún punto vulnerable este jugador en East Lake? Pues como quiera que no hay historia de amor sin tiranteces, por pequeñas que sean, digamos que sí, que por ejemplo su acumulado en el hoyo 4 es de +5 en estas 26 rondas (este jueves, sin ir más lejos, firmaba el bogey). No es un hoyo ‘maría’, pero tampoco suele aparecer entre los más complicados. El 8, que si es uno de los cocos indiscutibles de East Lake, tampoco se le da nada bien: acumulado de +6 en 26 rondas, aunque esta semana lleva dos pares. Allí, en el 8, firmaba uno de los dos únicos dobles bogeys que le han caído en este campo en seis ediciones y media.
Una buena manera de medir la auténtica dimensión de estos números de Schauffele es compararlos con los de otro golfista al que no le ha ido precisamente mal en East Lake y que ha jugado el campo el mismo números de rondas y los mismos años que el propio Schauffele. Es decir, en las mismas condiciones. Hablamos de Jon Rahm. El de Barrika acumula en sus 26 vueltas en Atlanta un total de -48, que está de cine pero lejos de Schauffele, y su acumulado en los hoyos 16, 17 y 18 es de -21, con seis bogeys y un doble bogey. Pongan en perspectiva la barbaridad de Xander.
Por cierto, Rahm y Schauffele jugarán juntos este sábado en la tercera jornada del Tour Championship a partir de las 20.38, hora peninsular española.
– Rory lleva como puede sus molestias dorsales, intercostales y, en general, de espalda en todo su flanco derecho. Ayer reconocía que al menos había podido mover el palo con más velocidad que el jueves. Y así, un poco a salto de mata en Atlanta, ha podido dar continuidad a una racha impresionante, pues suma ya treinta rondas consecutivas al par o por debajo del par en el PGA Tour, la mejor racha en este sentido en activo.
– ¿Y Lucas Glover? Ayer se sacaba de la manga un 67 para seguir diciendo aquí estoy yo. Está lejos de la cabeza, a diez golpes, pero llegados a este punto no quiere renunciar a su sueño Ryder. Lo tiene muy difícil, pero no será por falta de entrega o coraje. A este tipo van a tener que echarlo a empujones del vestuario estadounidense. Vaya la papeleta que tiene Zach Johnson… Porque Spieth y Fowler, una elección a todas luces segura y otra que entraba entre las posibilidades más deseadas, andan mustios esta semana en East Lake. Y Finau tampoco termina de carburar. Y Bradley sigue apretando… Y Thomas no está…
