Jon Rahm (-3) ha entregado una tarjeta de 76 golpes en la segunda ronda del Arnold Palmer Invitational y se ha dejado terreno en la clasificación. Se juntó todo en su contra. El viento lo desajustó desde el tee y el putt se tomó el día libre. Han sido once golpes más que ayer y su vuelta de golf más alta desde la tercera jornada del PGA Championship en Southern Hills el pasado mes de mayo.
La segunda vuelta de Jon ha tenido dos partes bien diferenciadas. La primera, sus primeros nueve hoyos, del 10 al 18, cuando el viento aún no había saltado con fuerza, lo cierto es que su juego no fue muy diferente al del jueves. Arrancó con un drivazo al draw para dejarse un segundo golpe de menos de 70 metros. Poderoso e intimidante.
Ese segundo golpe no fue muy preciso, aunque tampoco era fácil. Ya saben que esos tiros que no son enteros a veces son los que más cuestan. Se quedó corto unos seis metros, ya que el fallo era pasarse la bandera y dejarse un putt cuesta abajo. Casi se podría decir que lo jugó de manual. Sin embargo, acto seguido, en la salida del hoyo 11, un buen drive algo ajustado a la izquierda le pega un bote enemigo en la calle, muy fuerte y a la izquierda y termina en el agua. Sí, la línea iba cogidita con alfileres, pero no merecía bañarse.
Salió con bogey de ese hoyo 11 aunque tuvo incluso la opción de salvar el par con un putt de menos de cinco metros. Sí, no se meten todos desde esa distancia, pero Jon estaba metiendo unos cuantos en este 2023. Ahí viene un tramo espléndido de Rahm. Los hoyos 13, 14, 15 y 16 los juega de libro. Perfectamente podría haber salido de ahí con un parcial de cuatro menos, pero el putt hoy no estaba por la labor.
En el 14 pegó un tirazo, la dejó a menos de un metro y la metió para birdies, pero en el 13 y 16 se le escaparon desde tres metros y en el 15 desde metro y medio. Visto con perspectiva, este tramo le pudo cambiar la vuelta, ya que le habría dado cierto colchón para afrontar los nueve segundos, la otra parte de esta historia, cuando saltó el viento en Bay Hill…
Las banderas de Mastercard comenzaron a flamear justo cuando Jon caminaba del green del hoyo 18 al tee del 1. Aquello era ya otra película. Había que nadar y, sobre todo, guardar la ropa. A partir de ahí, el drive de Jon se desajustó. Le costó sangre coger calles. De hecho, no lo hizo hasta el hoyo 8. No tuvo opciones de birdie y le cayeron un bogey en el 5, después de fallar este green endemoniado, y un doble bogey en el 6 tras marcharse al agua de salida. Aún pudo salvar el bogey en el 6, pero nada, el putt hoy ni estaba ni se le esperaba…
Sacó un birdie colosal en el hoyo 7 después de otro tirazo. Aquí metió el único putt del día, de unos dos metros y medio. Parecía que aún podía salvar los muebles, pero un doloroso e inesperado tripateo en el 8 y un mal segundo golpe en el 9, después de, esta vez sí, una magnífica salida, curiosamente otra vez dibujando un draw delicado, le hicieron acabar con dos bogeys.
Hoy se ha visto la versión más humana de Rahm en mucho tiempo. Se han juntado el hambre con las ganas de comer. Un día en el que no fue capaz de aprovechar sus mejores golpes cuanto tocaba y en el que, cuando Bay Hill se puso más duro, no encontró su mejor golf.
La buena noticia es que el vueltón de ayer le permite seguir metido de lleno en el torneo. De hecho, no hay que descartar que acabe el día dentro del top 10. Las condiciones son cada vez más complicadas.
Jon está a cinco golpes del liderato que ocupa Kurt Kitayama (-9), un golfista que ya ha demostrado que lo sabe hacer muy bien cuando hay viento. Así fueron sus triunfos en Omán y Mauricio en el Circuito Europeo. Curiosamente, Kitayama fue también el jugador con el que se batió en duelo Rahm hace un año para ganar en México. Además, se han metido arriba nombres importantes como Xander Schauffele (-6), Corey Conners (-6), Patrick Cantlay (-5) o Adam Scott (-5). Empatados con Jon en -3 están Max Homa y Rickie Fowler. Pese a las dificultades provocadas por el viento, se han visto algunas vueltas muy buenas como el 66 de Corey Conners o el 67 de Taylor Montgomery (-2). Rory McIlroy (-2) ha tenido una brillante reacción con una vuelta de 69 golpes para asegurar el corte y darse todavía una opción de victoria.
