Michael Kim y Jon Rahm jugaron juntos la tercera jornada del Mexico Open at Vidanta Vallarta. No parece muy necesario recordar lo que ocurrió aquel día, sí, lo de los 61 golpes del Número Uno del mundo…
El canadiense Taylor Pendrith era el tercer componente del partido, pero para esta historia nos interesa únicamente Kim, un golfista norteamericano nacido en Seúl en el año 1993, uno de esos jóvenes amateurs que apuntaban a un futuro estelar y que, de momento, sin ser ningún desastre, no está quizá a la altura de las expectativas que generó, a pesar de haber ganado ya en el PGA Tour. Tiene tiempo.
El asunto es que jugó con Rahm, algo que tampoco le debe resultar muy extraño. Como profesional no ha tenido muchas oportunidades, pero como amateurs coincidieron mucho y se pegaron más de una vez y más de dos por las victorias. En 2013 recibió el premio Haskins al mejor golfista norteamericano universitario del año y también el Jack Nicklaus, que eligen los entrenadores. Este segundo premio lo ganó igualmente Jon Rahm en 2016.
Pues bien, Michael Kim no dejó pasar la oportunidad de jugar con el Número Uno del mundo para fijarse en determinados detalles y aprender. Aprovechar el tiempo, vaya. Él hizo 69 golpes.
El campeón del John Deere Classic en 2018 lo reflejó en sus redes sociales.
«Mis conclusiones tras jugar 18 hoyos con Jon Rahm:
– Es genial ver literalmente al MEJOR del mundo en su oficio con su mejor material. Vale la pena el precio de la entrada.
– No tiene ningún problema para cerrar la bola, aquellos en los Medios que dicen que no puede o que tiene problemas con el draw están totalmente equivocados.
– Tira los putts exactamente como los imagina cada vez, lo cual es muy difícil de hacer en los 18 hoyos.
– Pude mantenerle el ritmo con mis drives mucho mejor de lo que pensaba.
– En general un gran día 👍»
Es interesante escuchar a los profesionales hablando de otros profesionales. En este caso nos quedamos con cómo alucinó con la manera de patear del golfista de Barrika, su capacidad para jugar al draw, algo que ya destacó José María Olazábal en el Masters y que muy bien demostró el propio Jon esa semana, y que no hay ninguna duda de que es el mejor del mundo.
Hay una cosa que conviene destacar de Michael Kim. No todos los días se tiene la oportunidad de jugar con el mejor jugador del planeta en ese preciso momento, por lo que resulta absurdo no es aprovechar la ocasión para extraer lecciones que te puedan ayudar en el futuro. Muchos lo hacen, pero otros mucho no, y cuesta entenderlo.
