– Scottie Scheffler tiene 25 años (cumple 26 en junio), pero lo ves explicándose en la rueda de prensa del ganador y, la verdad, parece un tipo todavía más hecho y maduro. Los gestos, la manera de hablar, la templanza… Como suele decirse, además de jugar divinamente al golf, tiene la cabeza muy bien puesta sobre los hombros. No se va a equivocar mucho quien apueste por él para el top 5 de cualquiera de los Grandes de 2022.
– Lo de Lucas Herbert tiene su miga. El australiano no ha estado tan lejos de dar una campanada sonada, sorprendiendo a todos los favoritos en la ronda dominical. Salía a jugar más de tres horas antes que el partido estelar y firmaba un 68 en unas condiciones complicadísimas de juego (sólo dos jugadores han bajado de 70 golpes, él y Hatton, y el suyo ha sido el mejor registro del día), aunque se quedaba finalmente a tres golpes del ganador. Si hacemos memoria, Herbert ganó en Dubai en 2020 en condiciones también muy complicadas de juego. Le va la exigencia. Le va el viento. Y desde luego no se intimida ante el rough alto y consistente. Como el de esta semana en Bay Hill. Y como aquel del Emirates Golf Club en Dubai, hace dos años. Le va la marcha y los greenes firmes y vertiginosos.
– Mucha atención al baile de nombres y números que puede darse la semana que viene en el THE PLAYERS respecto al ranking y el trono mundial. Jon Rahm, que mantiene el Número Uno, puede recibir ataques de múltiples y variados frentes. De hecho, existen posibilidades matemáticas reales de que cualquiera de los componentes del nuevo top 5 mundial que tendremos mañana pueda llegar al Número Uno. Son, por este orden, Jon Rahm, Collin Morikawa, Viktor Hovland, Patrick Cantlay y Scottie Scheffler, todos ellos presentes en el TPC Sawgrass, obviamente.
– En las tres últimas ediciones del Arnold Palmer Invitational, incluyendo la de este año, sólo tres jugadores han bajado de 70 golpes en la jornada dominical. Matthew Fizppatrick lo hizo en 2020 (vuelta de 69), nadie fue capaz en 2021 y dos lo han hecho en 2022, como ha quedado dicho, Hatton (69) y Herbert (68). Este torneo sigue ganándose a pulso el apelativo de ‘el otro US Open’, en dura competencia con el Memorial, del que es mentor y alma mater Jack Nicklaus. De nuevo, el Oso Dorado y el Rey compitiendo por algo, aunque Palmer ya no esté con nosotros…
– Información alternativa. Si usted es de los que tiene la impresión de que Gary Woodland va de gallito por la vida, por ese modo tan estirado, casi chulesco, que tiene de andar por el fairway y los greenes, y hasta ha celebrado su accidentado final de vuelta por esta razón (doble bogey y bogey para acabar, subiéndose al tee del 17 como líder en solitario), debe saber que tal impresión está muy lejos de la realidad diaria de este gran jugador. No encuentras a nadie que conozca mínimamente al de Topeka (Kansas) que tenga una mala palabra contra él. Todo lo contrario: Gary es educado, simpático, amigable, buen compañero… Las apariencias no siempre engañan, pero sí desde luego en este caso.
– Billy Horschel vivió y creció en Grant, Florida, a menos de una hora en coche de Bay Hill. Casi hay que considerarlo como jugador local, pero no ha podido llevarse este torneo, en el que ha estado desde el jueves ahí arriba. En el hoyo 18 todavía disponía de un putt de birdie para salir al desempate. Un putt que no era un putt cualquiera… Era el putt de Tiger. Ese mismo putt (pulgada arriba o abajo, adelante o atrás) que Woods ha tirado y embocado varias veces el domingo en Bay Hill para rematar algunos de sus ocho triunfos en este campo. También Rory lo tiró y embocó cuando ganó aquí. Y sí, Horschel era plenamente consciente de que tenía ante sí el putt de Tiger, pero él lo fallaba por arriba del hoyo… Su explicación al respecto no tiene desperdicio: “por supuesto que sabía que era el putt de Tiger y he leído y escuchado todo lo que él ha contado alguna vez sobre ese putt. Una de las cosas que Tiger decía es que había que darle un poco más de caída que la que uno ve que hay… Y eso es lo que hecho. Le he dado dos bolas más de caída de lo que veía en la primera lectura… A lo mejor le he pegado más fuerte de la cuenta, o puede que le haya dado más caída de la necesaria. Una de las dos cosas ha tenido que ser”.
– El Arnold Palmer Invitational repartía tres puestos en el próximo Open Championship de St Andrews. La condición era acabar entre los diez primeros clasificados en Bay Hill. Pues bien, finalmente sólo se han podido dar dos, ya que el resto del top ten del torneo ya estaba exento por otros criterios. Los agraciados con las plazas en la 150 edición del Grande más antiguo son Talor Gooch y Chris Kirk, dos norteamericanos. Será el segundo Open Championship de Gooch y el cuarto para Kirk.
– Rory McIlroy ha terminado el Arnold Palmer Invitational aturdido. «Me siento como borracho… Ha sido un fin de semana de locos. No creo que haya jugado al golf para hacer +8», explicó. En este sentido, expresó en alto una queja en cuanto a la preparación del campo. «Me gustan los campos duros, los disfruto, pero creo que deberían cambiar la manera de poner Bay Hill. Simplemente, yo creo que no recompensan los buenos golpes y eso no me parece justo. Esta podría ser la razón por la que no vienen tantos buenos jugadores a este torneo. Prepararlo difícil sí, pero que recompense los buenos golpes. No sé si me estoy desahogando o es que todavía estoy muy frustrado, pero es lo que siento».
– El «impactante» calentamiento de Tyrrell Hatton este domingo en Bay Hill casi lo lleva a la victoria en una remontada de época. El golfista inglés ha hecho 69 golpes y se ha quedado a sólo uno del desempate. El sábado hizo 78. ¿Qué pudo cambiar de un día a otro? Hatton lo define como un «calentamiento impactante. Desde el principio le he pegado a la bola muy bien, he encontrado algo y me he puesto muy contento», explicó. Cuando le preguntan por la definición de «impactante», Hatton bromea… «Bueno, tengo que decir que el segundo drive que he pegado en el campo de prácticas ha acabado en la calle del hoyo 9. Era un golpe para gritar «fore», pero me ha dado vergüenza. Nadie debería gritar «fore» en un campo de prácticas. Haceros una idea de cómo ha sido el driver», señaló entre risas.