El máximo dirigente del PGA Tour, Jay Monahan, no ha podido hoy en su comparecencia ante los medios aportar demasiados detalles acerca de las negociaciones que siguen manteniéndose con el Public Investment Found (PIF) saudí, con el objetivo de llegar a un amplio y enrevesadísimo acuerdo de unificación entre el circuito estadounidense (y el europeo) con LIV Golf. No obstante, de su extensa rueda de prensa pueden extraerse algunas conclusiones que arrojen un poquito más de luz, o al menos ayuden a situar mejor el actual escenario, atendiendo a lo que vulgarmente entendemos como una lectura entre líneas. Es importante por tanto lo que ha dicho, pero también cómo lo ha dicho, qué balones ha despejado fuera y que otros temas ha tenido menos inconveniente en abordar, aunque fuera tangencialmente, todo ello aderezado con las escasas filtraciones, más o menos difuminadas, que se han ido dando en las últimas semanas.
1. Aunque parezca obvio, conviene subrayarlo: el compromiso del PGA Tour por llegar a un acuerdo con el fondo saudí, con LIV Golf, es verdadero. Existe una voluntad real por llevarlo a cabo. Conviene subrayarlo, decíamos, porque en su día se rumoreó que, una vez firmada la entrada del grupo SSG en la sociedad PGA Tour Enterprises, se enfriaría el interés por seguir negociando con los saudíes.
2. Más obviedades que a lo mejor no lo son tanto: al PIF también le sigue interesando su entrada en PGA Tour Enterprises, por más que siga alimentando a su criatura, LIV Golf, de la mejor manera. Un matiz interesante: el interés mutuo por llegar a un acuerdo tiene como bisagra precisamente al grupo SSG, que entiende como muy positiva la entrada de más capital inversor y así se lo ha hecho saber a los saudíes. Al respecto, cabe señalar la única gran noticia real, contante y sonante, concreta, que Monahan ha dado en su intervención: el viaje a Arabia en enero de una delegación en la que estaban Monahan y los rectores de SSG.
3. Un punto de enorme interés: por mucho compromiso que haya de todas las partes por llegar a un acuerdo de unificación, LIV Golf no ha retirado a día de hoy la ‘amenaza’ de seguir fichando a grandes jugadores. Es una posibilidad que, a todas luces, sigue estando ahí, mientras las negociaciones no alcancen un punto mucho más avanzado de donde se encuentran ahora mismo.
4. No es ningún secreto que uno de las cuestiones que más problemas ofrece en las negociaciones es el del retorno al PGA Tour de los jugadores de LIV que deseen hacerlo. De hecho, algunos jugadores del PGA Tour se habían significado al respecto con meridiana claridad, expresando su deseo de que no pudieran volver. Pues bien, Monahan tiende puentes indiscutiblemente. Y anima a esos jugadores del PGA Tour a ser más flexibles y a mirar el asunto a largo plazo.
5. Por otra parte, sigue pareciendo bastante claro que el golf por equipos tendría su presencia en el nuevo orden mundial. Habría que ver cuánto y cómo, pero no desaparecería, al menos de entrada.
6. No debe descartarse de ninguna de las maneras que, incluso llegando a un acuerdo en las próximas semanas, o meses, el calendario de LIV Golf se mantuviera en paralelo durante varias temporadas más, aunque muy probablemente algo más reducido de las actuales catorce semanas.
7. La opción de un calendario más global, con varias pruebas del PGA Tour en todo el mundo, es algo más que una opción. Es una realidad a la que sólo falta terminar de darle forma. Vayámonos haciendo a la idea de lo que podría ser en poco tiempo el calendario de una estrella cualquiera del golf mundial, miembro del PGA Tour: jugaría los 4 Grandes; entre 6 y 8 de los actuales Signatures Events (que, no lo olvidemos, van rotando, aunque haya tres fijos: Genesis, Arnold Palmer y Memorial); entre 4 y 6 torneos fuera de Estados Unidos, llamémosles, por decir algo, Signatures Events Internacionales; el THE PLAYERS y los 3 torneos de los play offs de la Fedex Cup. En total, un mínimo de 18 y un máximo de 22. Cuadra.
8. La gran revolución del PGA Tour de cara a los aficionados pasa por una retransmisión televisiva mucho más completa, con un seguimiento a pie de campo de todos los grandes partidos, a elección del consumidor, tal y como ya ocurre ahora mismo en la retransmisión de los torneos de LIV. Es una de las cuestiones en las que SSG ya ha tomado las riendas y que puede tener efectos a lo largo de esta misma temporada, aunque sea a modo de test.