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Cameron Smith sigue líder del Sentry Tournaments of Champions tras la segunda jornada

Rahm se mete en el partido estelar, y eso que iba con un putter tibio y soso…

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Jon Rahm. © Golffile | Eoin Clarke
Jon Rahm. © Golffile | Eoin Clarke

El putt de birdie más largo que ha embocado Jon Rahm (-14) en la segunda jornada del Sentry Tournament of Champions ha sido uno de unos tres metros y medio en el hoyo 14, pero el caso es que el español ha firmado su segunda tarjeta consecutiva de 66 golpes, siete menos en el día, y además se ha metido en el partido estelar del sábado, junto al líder indiscutible y destacado, el australiano Cameron Smith (-17).

El caso, además, es que Jon acumula ya 36 hoyos sin bogeys (todos, vaya) y especialmente su juego desde el tee está siendo un verdadero deleite para los sentidos, una exhibición que no cesa: de momento ha cazado el 93 por ciento de las calles en las dos primeras jornadas (28/30), pero es que su parcial en la segunda ha sido del ciento por ciento (15/15). De acuerdo, puede que el Plantation no sea el recorrido más intimidante en este sentido, con algunas calles de la anchura de un campo (o dos) de fútbol, pero es que el de Barrika además se está gustando con el driver en la mano. Ahora una bola a las nubes abriendo ligeramente, ahora otra, pero cerrando; luego una más tendida… Absoluto control en el diseño del golpe con su nuevo driver en las manos. Después, con mayor o menor precisión, también se las ha arreglado para cazar los 18 greenes en regulación. Todos, sin excepción. Y es que esa es otra: en las dos primeras jornadas Jon ha cazado ya casi el 95 por ciento de los greenes en regulación (34/36).

Hoy, sin embargo, le ha faltado chispa en los greenes. En general, clavaba siempre la línea, pero se quedaba corto, muy incómodo al juzgar la velocidad de unos greenes que casi siempre apreciaba más rápidos de lo que en realidad estaban. No es osado ni exagerado afirmar que Jon bien podía haber firmado una tarjeta de diez menos, pues hay que pensar que se ha dejado por el camino hasta siete opciones de birdie desde seis metros o menos al hoyo, y unas cuantas, en concreto, desde distancias que rondaban los dos metros. De todos modos, ni hay que dramatizar, ni tampoco resulta muy complicado ver la botella medio llena: el español tampoco se ha metido en líos con el putter en las manos, sólo ha estado algo frío y soso en los greenes, y además cerraba la vuelta con un espléndido y perfectamente medido putt largo que a punto estaba de embocar para eagle…

Su apasionante y hasta morboso duelo con Patrick Cantlay (-13), juntos en el mismo partido, ha llegado ajustado hasta el último hoyo, aunque al final era el español quien inclinaba la balanza de su lado con un birdie de manual en el 18, último par 5 del recorrido hawaiano. Mucho ojito, no obstante, con el californiano, que hoy también cazaba todos los greenes en regulación y se dejaba por el camino hasta seis opciones de birdie desde distancias que no pasaban de los tres metros. Si a Rahm le fallaba hoy la fuerza, a Cantlay le ha traicionado más bien la lectura de la línea.

Ha sido en esta parcela, en los greenes, donde de momento el líder ha sacado la ventaja de la que disfruta. Smith arrancaba hoy con dos bogeys, pero abría la veda en el hoyo 5 con un putt de eagle de más de diez metros. Además, por supuesto, también se está sacando de la manga golpes magníficos desde todas las distancias, y la combinación de ambas capacidades está resultando letal, hasta el punto que el australiano ha igualado el récord de anotación del torneo en las dos primeras rondas, hasta ahora en poder exclusivo de Ernie Els, que también abría con tarjetas de 64 y 65 en 2003, para acabar ganando el torneo por aplastamiento con un acumulado de -31 y ocho golpes de ventaja.

Daniel Berger (-14) no deja de dar pasitos hacia adelante y ahora mismo completa un sólido y exuberante cuarteto de cabeza. No sería extraño que alguno de estos jugadores, Smith, Rahm, Berger o Cantlay, fuera el ganador final, para qué vamos a engañarnos visto lo visto, pero queda la mitad del torneo por delante, que es todo un mundo, y hay otros serios candidatos que no andan nada lejos. Hideki Matsuyama (-12) o Sungjae Im (-12), por ejemplo. Mucho más lejos se ha quedado Collin Morikawa (-8), aspirante esta semana a conquistar el trono mundial. Por ahora es el actual Número Uno quien sigue marcando el paso y mucho tendrán que cambiar las cosas durante el fin de semana para que el ‘morrosko’ de Barrika no mantenga el cetro.

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