La victoria de Rory McIlroy en el RBC Canadian Open fue muy especial por muchos motivos. Comenzando, sin duda, por el momento en que se produjo, en plena batalla en el golf mundial por la aparición de las LIV Golf Series. Pero también por el nivel de sus contrincantes y por la euforia con que la afición canadiense vivió la reedición de un título que el norirlandés ya había conseguido en 2019, última vez en que se había celebrado este evento, cancelado en 2020 y 2021 por la pandemia.
Se esperaba, por tanto, con mucho interés la comparecencia de Rory en la sala de prensa del St. George’s Golf & Country Club de Toronto para explicar los detalles de su triunfo y, como ha venido haciendo una y otra vez desde que se tuvo conocimiento de los planes saudíes, comprobar su reafirmaría su decisión de seguir en el PGA Tour, ignorando por completo la tentación millonaria del nuevo circuito. Y no solo lo hizo sino que lanzó un puyazo importante a Greg Norman, CEO de LIV Golf…
Para comenzar, Rory fue cuestionado por el legado que ha podido dejar esta semana en Canadá, ganando en un momento tan significativo para el deporte del que es profesional: «Supongo que el tiempo lo dirá. Me hace sentir muy bien por todas las cosas que han pasado en el mundo del golf esta semana. Que el RBC Canadian Open, un abierto nacional, tenga una semana como la que ha tenido, con tres de los mejores jugadores del mundo luchando hasta el final y con esa atmósfera…».
«De eso hablé la semana pasada en el Memorial, sobre un torneo de golf adecuado. Es lo mejor que vas a conseguir. Fue un placer ser parte de ello y recordaré este momento y esta semana, serán muy buenos recuerdos. En lo que al legado se refiere, no lo sé, pero me hace sentir muy bien ganar esta semana», explicó el golfista norirlandés.
Cuestionado por lo orgullos que podía sentirse tanto por los rivales a los que había superado como por el hecho de ganar en una semana tan significativa, dijo: «Sí… Creo que St. George’s es un campo de golf maravilloso. El torneo tenía todos los ingredientes. Tenía el campo, tenía el elenco de jugadores que te gusta que estén ahí arriba, tenía el nivel de golf, tenía el ambiente… Esta semana había todo para que se diera un evento de golf de primer nivel. Y no hay nada mejor que eso».
«Quería mucho ganar. Lo quería al comienzo del día y había algunos incentivos diferentes. Me he enfrentado bastantes veces a Justin Thomas en el pasado y me ha ganado en un par de ocasiones. Así que sabía que tendría que jugar muy bien para ganarle. A Tony también, hoy jugó un golf increíble. Enfrentarse y vender a los mejores siempre lo hace más especial».
Y tras sus constantes dardos, Rory apuntó directamente al CEO de las nuevas LIV Golf Series, Greg Norman: «Y luego, mira, aludí a eso, tenía una motivación adicional por todo lo que está pasando al otro lado del charco. El tipo que encabeza ese circuito tiene 20 victorias en el PGA Tour y yo estaba empatado con él, quería sacarle una. Y lo hice. Eso fue realmente genial para mí, me da un poco de orgullo».
Cambiando de tercio, McIlroy aludió al impulso que consigue con este triunfo pensando en el US Open: «Sí, me da mucha confianza comparar tu juego con el de los mejores. JT viene de ganar su segundo major, el PGA Championship, ha ganado 15 veces en el PGA Tour creo. Ha aportado mucho al juego. Y Tony Finau igual. Luchó un poco el último año, pero logró darle la vuelta a las cosas, en Colonial tuvo un bien final y hoy igual».
«Enfrentarse a chicos que no sólo son los mejores jugadores del mundo sino que están cerca de su mejor nivel y salir victorioso te da confianza. Así que sí, para mí, algunos de los golpes que acerté en el tramo final, me sirven para construir cosas pensando en estas próximas semanas», dijo Rory, que recordó que él fue el último en ganar un torneo regular del PGA Tour y ganar un major la semana siguiente… algo que intentará repetir en el US Open.
