Rory McIlroy (-5), actual Número 2 del mundo, y Brian Harman (-5), flamante ganador del Open, el último Grande del año, colideran el BMW Championship, segundo play off de la Fedex Cup, después de la primera jornada. Además, el actual Número Uno del mundo, Scottie Scheffler (-4), se sitúa también de entrada ahí arriba, a un solo golpe de la cabeza, lo mismo que el ganador del US Open de este año, Wyndham Clark (-4). Vaya compendio atinado de la más rabiosa actualidad del golf de primerísimo orden…
Y ya que el ganador del PGA 2023, Brooks Koepka, no puede estar en esta cita, sólo nos falta en lo más alto el ganador del Masters, que además ha llegado hasta aquí como Número 1 de la Fedex Cup y es el Número 3 del mundo. Jon Rahm (-2), por supuesto. Pero no anda muy lejos tampoco el español, a sólo tres golpes de los colíderes y, por tanto, también en el epicentro de la acción.
No olvidemos tampoco que Rory es, además, el jugador con más victorias en la historia de los play offs de la Fedex Cup (seis suma el angelito), por delante de Dustin Johnson (5) y Tiger Woods (4). Quizá pudiera echarse en falta, eso sí, al gran especialista en estos torneos de los últimos tiempos, Patrick Cantlay (-2), pero es que el californiano, igual que Jon, ha firmado una tarjeta de 68 en el North course del Olympia Fields y también anda al quite, a las puertas del top ten y con todas las expectativas y opciones abiertas. El asunto se ha puesto tan serio que raya con la solemnidad.
Harman ya ha completado su proceso de inevitable descompresión y posterior y obligada compresión, tal y como él mismo ha explicado. Su victoria en el Open le había dejado poco menos que vacío, en el limbo de los justos (vencedores). Seguramente por eso su paso por el Fedex St. Jude Championship de la semana pasada no fue especialmente destacado (ojo, que tampoco fue ningún desastre: terminaba 31º). Y ahí lo tenemos de nuevo, enhebrando esos hierros penetrantes y enchufando en los greenes que es un gozo verlo.
Rory, por su parte, hoy se lo ha montado de otra manera (¿otro entretenido paseo por Rorylandia?). Apenas cogía calles en un campo donde el rough puede llegar a intimidar, realmente, pero el percance lo tenía más o menos calculado: en vista de que los greenes están tan receptivos, no le importaba demasiado pegar duro desde el tee y mucho wedge desde donde se encontrara la bola (ha cazado 15/18 greenes en regulación). Pero vamos, tampoco le demos muchas vueltas: hoy el norirlandés ha pateado de manera notable, una vez que se ha dejado de experimentos y ha recuperado su putter habitual (la semana pasada lo cambiaba por otro modelo y, a la larga, la prueba no daba resultado). No sólo ha metido dos o tres putts de birdie muy ricos desde media distancia, sino que apenas ha sufrido con los putts largos.
Scheffler, por su parte, lo ha bordado por los segundos nueve hoyos del recorrido de Chicago, con un parcial de cuatro menos en este tramo y dejándose por el camino hasta tres buenas oportunidades de birdie en los últimos tres hoyos, 16, 17 y 18. El texano ha sido el mejor desde el tee y el que más greenes en regulación ha cogido (16/18). No es que haya pateado mal, ni mucho menos, pero sigue siendo su talón de Aquiles. Como le coja el aire a los greenes, que se vaya preparando todo el mundo…
Ahí arriba, muy arriba, también andan Matt Fitzpatrick (-4), Rickie Fowler (-4), Sahith Theegala (-4) y Chris Kirk (-4). Y todavía dentro del top ten encontramos a Young (-3), Morikawa (-3) y Conners (-3). Serio, serio de solemnidad. Como lo es también este maravilloso campo, donde hoy el viento ha dificultado sensiblemente el juego. Si no cae más agua y da tiempo a que los greenes se pongan un poco más firmes, el filtro de la exigencia será aún mayor, lo mismo que la emoción, el drama y el disfrute.
