Jordan Spieth se lo ha pasado en grande los dos primeros días del Arnold Palmer Invitational. «Creo que le he dado como unos doce codazos a Mike (Greller, su caddie) en las dos rondas mientras le decía: «¿tú has visto eso?» Os prometo que eso no pasa muy a menudo». El texano está hablando de Bryson DeChambeau y sus bombas. Como en el 10, que corta el dog leg por una línea imposible para los mortales y la deja a unas 40 yardas del hoyo. Cien yardas más lejos, por ejemplo, que Rory McIlroy, por compararlo con otro gran pegador. Otro golpe con el que alucina Spieth es la salida del 15. DeChambeau coge una línea que le permite ponerla a unas 100 yardas de green, mientras que Rory McIlroy la pone a unas 170. La diferencia en brutal. «Es ridículo que haya cogido los dos días la calle del 15 con esa línea», asegura asombrado.
La que se avecina en Bay Hill (lluvia y viento) puede cambiarlo todo
Spieth ya se relamió cuando el pasado martes recibió el mensaje del PGA Tour con los horarios de salida. «No podía imaginarme un mejor sitio para jugar con DeChambeau que Bay Hill. Ya habíamos visto el campo y sabíamos que iba a dar mucho juego. Es un show, divertido, muy chulo de ver en directo. Porque sí, le pega largo, pero lo que más me impresiona es que con un swing tan rápido y fuerte lo recto que va. Coge más calles que yo, así que voy a tener que revisar mi driver. Yo no puedo aspirar a pegarle tan largo como él, no quiero, pero sí necesito estar más veces que él en calle», afirma.
Carlota repesca a su mejor socio en el campo de golf
La decepción de la semana para Spieth ha sido el hoyo 6. Le ha ocurrido como cuando un niño va a un parque atracciones y la montaña rusa está cerrada. Un palo. «Tengo que decir que me enfadé bastante cuando llegué al hoyo 6 y vi que el viento había cambiado y que no iba a poder tirar a green. Fue una pena. Me molestó porque en la previsión ponía que el viento le iba a ayudar y no fue así», explicó divertido Spieth.
Siguiendo con está sintonía tan especial que ha habido entre los dos en las dos primeras rondas del torneo, DeChambeau desveló la conversación en la calle del 6 después de no tirar a green. «Jordan bromeó y me dijo: la única razón por la que este año he decidido jugar el Arnold Palmer es por verte a ti tirar a green en el 6 y me voy a quedar con las ganas, eso no puede ser», comentó entre risas.
No todos los días puede uno fijarse en el puesto 38º…
Sea como fuere, DeChambeau sigue con su idea de tirar a green en cuanto el viento se lo permita. «Si sopla a favor con una intensidad de diez millas de manera estable, voy a tirar seguro. El problema del viernes es que el viento era muy racheado y no iba a llegar», señaló.
Anda que Rory no sabía cuál era el modelo a seguir en Bay Hill…
Por cierto, Bryson volvió a insistir en que están buscando con Cobra una solución tecnológica para reducir el grado de dispersión que tiene con el driver cuando pega a 200 millas por hora. Mientras la encuentra ha optado por jugar algo más corto y seguro con esa cabeza de drive más pesada.
