Jon Rahm (-7) ha firmado una tarjeta de 67 golpes, tres menos en el día, en la tercera ronda del Fedex St. Jude, primer play off de la Fedex Cup. Un buen resultado, no cabe duda. Y otro formidable despliegue de tee a green, parcela en la que sigue mostrándose fiable y poderoso. Da la sensación, no obstante, de que sus tres rondas por debajo del par en el TPC Southwind no le van a llegar como para salir a disputar el triunfo en la jornada dominical, aunque todavía está en su mano asaltar el top ten final del torneo, por ejemplo, y redondear una semana notable.
La primera conclusión acerca de lo que le ha faltado al español para de verdad asomarse por arriba brota limpia y clara. El putt. Más allá de la extrañísima jornada que protagonizaba el viernes, en la que se hartaba de fallar putts cortos y enchufar medios y largos, lo cierto es que el de Barrika no consigue estabilizarse en los greenes. No hace tanto tiempo, cuando Jon pisaba un green realmente se sentía confiado y tranquilo; a día de hoy, y durante buena parte del año 2022, no es que haya sufrido o esté sufriendo lo indecible, pero sí ha dejado una puerta abierta por la que se le cuelan algunos fantasmas.
Hoy, sin ir más lejos, arrancaba de modo impecable, fabricándose dos excelentes oportunidades en los hoyos 1 y 2 que se quedaban en el limbo. Y en el tramo final, erraba sendos putts de metro y medio, uno para hacer el birdie en el 16 y otro más para salvar el par en el 17… De todos modos, y es de justicia señalarlo, tampoco es que el vasco ande desorientado con el putter en las manos.
Si nos ponemos un poco más puntillosos, y a veces conviene hacerlo cuando se analiza a un jugador que lleva seis años instalado en el top 5 mundial, seguro que en 2022, y esta misma semana, hemos echado también en falta un punto más de finura con los wedges en la mano. Curiosamente, hoy no ha estado nada mal en esta categoría concreta del juego, pero que nada mal.
Jon, por otra parte, sigue mostrándose esta semana de granito en las recuperaciones alrededor de green, otra parcela en la que no andaba demasiado lúcido (sólo ha fallado una en doce intentos en 54 hoyos). Excelentes noticias. Y también ha sido capaz de dejar su sello en la ronda, con un fantástico birdie en el hoyo 18, justo cuando venían esos dos putts cortos en el 16 y 17 y se enfrentaba a una de las salidas más delicadas del campo, con ese pronunciado dog leg izquierda de casi noventa grados, y precisamente todo el flanco izquierdo defendido por agua. Dice mucho y bueno de su coraje y también de su capacidad de concentración. Enchufaba un putt de algo más de cuatro metros y seguro que se marchaba al hotel con la convicción de haber hecho un buen trabajo.
