Inicio Grandes Circuitos PGA Tour Dilema y reinvención de Zalatoris tras su lesión
El norteamericano ha tenido que cambiar su swing para preservar su carrera

Dilema y reinvención de Zalatoris tras su lesión

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Will Zalatoris
Will Zalatoris. (© Golffile | Fran Caffrey)

Will Zalatoris ha tenido que afrontar un importante dilema en su carrera en los últimos meses. No ha sido una decisión fácil. La lesión de espalda que le hizo retirarse en el BMW Championship, una semana después de ganar su primer torneo en el PGA Tour, lo ha obligado a emprender una serie de cambios en su swing trascendentales para alargar su carrera golfística.

El doctor Greg Rose ha sido una figura clave en todo este proceso. Es quien lo animó a realizar estas modificaciones encaminadas a corregir el movimiento que le estaba produciendo las molestias en la espalda. Zalatoris tiene ahora 26 años y con esa edad se puede con todo, incluso con problemas de ese calado, pero a la larga iba a tener contratiempos mucho más serios que podrían poner en peligro su carrera.

El movimiento que ha tenido que corregir está relacionado con el giro del swing. La cadera derecha de Zalatoris es considerablemente más alta que la izquierda lo que le producía una inclinación en la cadera que le terminaba afectando a la columna. El norteamericano ha precisado que se trataba de un problema motor y no estructural, por lo que no ha sido tan complicado embarcarse en estos cambios.

En cualquier caso, el dilema es cuando menos curioso. Pónganse en la piel de Zalatoris. «Cuando vienes de una temporada en la que has sido el número uno en la estadística de tee a green afrontar estas modificaciones no es una decisión fácil», explica el vigente campeón del FedEx St Jude Championship.

El cambio que ha tenido que realizar Zalatoris está ligado a su posición delante de la bola, al conocido como address en el mundo anglosajón. Concretamente, se coloca más centrado delante de la bola, con lo que tampoco es una variación excesivamente dramática. Con el único palo que ha tenido alguna dificultad ha sido con el driver. De hecho, lo ha acortado una pulgada y cuarto para darle más espacio al palo durante el movimiento.

Esta reinvención de Zalatoris también ha traído consigo algunas cosas positivas. El jugador, de hecho, está muy contento. Pese a utilizar un driver más corto, ha conseguido que su swing sea más eficiente, de manera que mantiene la misma velocidad de palo que antes, una de las preocupaciones principales que tenía cuando acometió este cambio. En definitiva, siente que le pega mejor a la bola, de una manera más pura.

Además, con esta nueva forma de girar ha descubierto que la bola, de manera natural, le sale despedida del palo con un vuelo más bajo. «Esto para alguien que vive en Texas no es nada malo», confesaba en referencia a la intensidad con la que el viento suele soplar por aquellos lares. Antes, para pegar una bola baja, Zalatoris tenía que maniobrar con su swing, ahora le sale de manera natural.

Como decimos, el golfista de San Francisco está muy contento con los cambios, cree que los ha asumido muy bien y está convencido de que le dará muy buenos resultados. Eso sí, aquí la sentencia definitiva la dictará el campo y la competición.