Jon Rahm cerrará el año 2019 como el mejor de su carrera. Así lo dijo el propio jugador de Barrika el pasado sábado al acabar el Hero World Challenge de Bahamas y así lo demuestran también los datos objetivos. Es cierto que 2017 también fue buenísimo, incluso mejor que 2019 en algún aspecto, pero si realizamos un balance global, hay que quedarse con este año.
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Por ejemplo, hay una realidad impepinable: Jon se comerá las uvas el próximo 31 de diciembre en Háwai, antes del inicio del Sentry Tournament of Champions del PGA Tour, más cerca que nunca del Número 1 del mundo. Jamás terminó un año a una distancia más pequeña del gran sillón del golf mundial. Cuando el reloj de la Puerta del Sol toque las doce campanadas y España esté cumpliendo con la tradición, Jon estará en la tercera posición del ranking mundial a un total de 2,33 puntos de Brooks Koepka. En 2017 acabó en cuarto lugar y a 2,35 puntos de Dustin Johnson. Hay que recordar que en el primer trimestre de 2018, Jon tuvo varias opciones de asaltar el Número 1 del mundo, por lo que es muy probable que se pueda repetir el escenario en las primeras semanas de 2020. Para ello, en cualquier caso, tendrá que seguir jugando muy bien, no queda otra.
Este año que termina también ha sido el mejor de Jon en cuanto a victorias. Ha conseguido cuatro, incluida la del Zurich Classic, el torneo por parejas del PGA Tour que no está contemplado por el ranking mundial. En 2018 y 2017 paró el contador en tres, cuidado, que tampoco está nada mal… En 2019 también ha conseguido más top 3 que nunca, un total de nueve frente a los siete de 2017 y los cuatro de 2018. Igualmente, ha sido más prolífico que nunca respecto a los top ten. Ha acumulado 18, unos cuantos más que los 14 de hace dos años o los diez de 2018.
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Hay un dato en el que 2017 sí gana a 2019. Se trata del número total de puntos del ranking mundial sumados a lo largo del año. En 2019 han sido 374,47, el tercero mejor del mundo sólo por detrás de Rory McIlroy y Brooks Koepka, y en 2017 fueron 378,52. Como ven, la diferencia es bastante pequeña y hay un matiz que invita a pensar que ni por esas se puede considerar mejor a 2017. Y es que este año ha jugado un torneo menos. Si le sumamos la media de puntos por evento que ha tenido Jon en 2019, si le añadiéramos uno más, se habría ido por encima de los 389 puntos.
Así las cosas, Rahm va a terminar el año como Número 3 del mundo, más alto que ningún otro 31 de diciembre, y a la menor distancia de siempre del Número 1. Hablamos, obviamente, de la clasificación a 31 de diciembre, ya que durante el primer trimestre de 2018 sí que estuvo más cerca que ahora del Número 1.
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Otro dato que merece la pena ser remarcado ahora que termina un año completo y que es alucinante. Rahm ha jugado 90 torneos valederos para el ranking mundial y ha terminado entre los diez mejores en 45 ocasiones. Es decir, una de cada dos semanas que juega Jon termina en el top 10. El dato es brutal. La media aún es mejor si le añadimos los tres torneos que no cuentan para el ranking mundial y que sí ha jugado Rahm, la Copa del Mundo de 2016 con Rafa Cabrera Bello y los Zurich Classic de 2018 y 2019 con Wesley Bryan y Ryan Palmer. En la Copa del Mundo fue octavo y este año ganó el Zurich. Así las cosas, serían 47 top ten en 93 torneos, un poco por encima del 50 por ciento.
