Inicio Grandes Circuitos Samuel del Val: la otra cara del golf también tiene alicientes
La competición pasa a un segundo plano y empieza a trabajar en la empresa InOne

Samuel del Val: la otra cara del golf también tiene alicientes

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Samuel del Val
Samuel Del Val. (© Golffile | Malcolm Mackenzie)

Un mes subido a unas muletas es tiempo más que suficiente para darle un giro de 180 grados a tu vida. Mucho más para alguien inquieto como Samuel del Val. El trotamundos. Lo mismo jugó en Asia que en Latinoamérica, mini tours en Estados Unidos, previas, Korn Ferry Tour, China… De todo. Donde había una oportunidad, ahí estaba el golfista vizcaíno echando una instancia. Por él no iba a quedar. Sin embargo, los últimos tiempos no han sido agradables en el campo de golf. Las lesiones lo han frenado en seco y ha decidido abrir nuevas ventanas. Es la demostración de que la otra cara del golf también alicientes.

Después de varios meses jugando con dolor en su rodilla izquierda, la ‘mala’ para un golfista diestro, la que absorbe todo el peso del impacto, una resonancia magnética en octubre, justo después del Open de España que jugó, desveló una rotura en el cuerno posterior del menisco interno. Había que pasar por el quirófano. Se sometió a una artroscopia, limpieza, retirada y sutura. Todo salió bien y comenzó el proceso de rehabilitación. Ahí, parado, sin mucho que hacer, pegado a las muletas todo el día, fue cuando puso en marcha la transición que hacía tiempo le rondaba la cabeza.

La competición pasó a un segundo plano y activó el plan B. Se puso en el mercado para, en cierto modo, sin dejar del todo los torneos, eso va en la sangre, buscar otras opciones en su vida laboral. Recibió algunas ofertas y se decidió por InOne, una empresa tecnológica radicada en Málaga y dedicada al marketing digital de campos de golf. Samuel ha comenzado a trabajar como jefe de desarrollo de negocio. «Estoy muy contento y con mucha ilusión… y muy ocupado. Es una nueva perspectiva. Me contaron el proyecto y me encantó. Creo que están haciendo las cosas muy bien, está ya muy implantada y seguro que vamos a seguir creciendo. Trabajo en remoto y de vez en cuando me desplazo a Málaga», asegura a Ten Golf.

InOne está al servicio de los campos de golf para maximizar su rendimiento, eficiencia y atención al cliente. Allá donde trabaja genera una plataforma que une todas las herramientas de un campo de golf, la gestión de los greenfees, la tienda, el stock, mejorar su CRM, la atención al cliente… Mediante tecnología e inteligencia artificial se trata de ofrecer una idea más definida de su campo de golf y sus posibilidades. Además, ofrecen nuevas aplicaciones como un programa de fidelización muy completo, tarjeta monedero, ‘autochecking’… En definitiva, unir todos los servicios, y proporcionar nuevos, para ser más eficientes. Y como dice Samu, «esto no ha hecho más que empezar. Para eso estoy yo, entre otras cosas, para desarrollar nuevos productos y nuevas ideas apoyado en mi experiencia en el golf. Voy a ser una especie de puente entre la empresa y los gerentes de los campos», asegura.

InOne ofrece soporte 24 horas todos los días de la semana y ya están trabajando con campos como La Reserva, Infinitum, Guadalhorce, La Cala, San Roque, Aguilón o Las Colinas, por citar algunos. Hay de todo, tanto campos comerciales como de socios, a todos pueden ayudar.

Del Val advierte de que no ha abandonado la competición. Ahora, su prioridad será InOne, pero también jugará torneos. «Quiero volcarme con la empresa porque estoy empezando y me apetece muchísimo, pero tendré cierta libertad para jugar algunos torneos. No me planteo un número ni objetivos. Terminé algo quemado el año pasado. He jugado demasiado tiempo con problemas físicos y eso es bastante frustrante. Es difícil divertirse así en el campo, se pasa mal. Recuerdo que un día me dijo Alfredo García Heredia: «no eres ni la sombra de lo que eras», y tenía razón. Sea por la lesión de rodilla, por la muñeca el año anterior o por lo que sea, no conseguía jugar a mi nivel. Quizá también estaba más quemado que otros porque es cierto que he competido mucho y en muchos países distintos», afirma.

Sea como fuere, no hay espacio para el arrepentimiento para Del Val. Es plenamente consciente de que ha puesto todo de su parte. El tiempo dirá si esto es un punto y aparte en la competición o un adiós definitivo, ahora mismo no se plantea demasiada cosas. «Yo estoy muy orgulloso de todo lo que he hecho. He ido a por todas, he jugado donde ha salido, me he dado todas las oportunidades donde he podido… Al final, también con los pequeños detalles, quizá la suerte en momentos puntuales, que cuando fui tercero en el Open de España hubiera tenido la tarjeta del Circuito Europeo, que cuando me quedé a un puñado de dólares de mantener la tarjeta en el Korn Ferry Tour lo hubiera conseguido, no sé… Yo creo que los cracks llegan siempre, antes o después pero llegan, pero los mortales como yo tienen que trabajar mucho y también tener una pizca de suerte», señala.

Del Val podrá aplicar ahora todo lo que también aprendió en la universidad. Está afincado en Alicante, pero durante varios años vivió en Georgia, Estados Unidos. Allí estudió un doble grado de Marketing y Business Management en la Universidad de Berry. Hizo dos carreras en el tiempo que otros sacan una, aprovechó el tiempo y ahora ha llegado el momento de exprimir también esos conocimientos.