Inicio WGC WGC FedEX St. Jude Invitational El arma secreta de Todd se llama ‘Proyecto de Cuarentena’
Ras de hierba: tercera vez en su carrera que Jon Rahm hace tres dobles bogeys

El arma secreta de Todd se llama ‘Proyecto de Cuarentena’

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Brendon Todd, durante la segunda ronda del WGC FedEx St Jude Invitational. (Photo by Andy Lyons/Getty Images)

Brendon Todd aprovechó el parón por COVID-19 para hacer una obra en casa. Su esposa Rachel lo llamó el ‘Proyecto de Cuarentena’. Tenía todo el sentido. Ya que no vamos a salir en unos días de casa, ya que no se puede ir al campo de golf (Todd vive en Georgia, una de las zonas de Estados Unidos más restrictivas en los momentos más duros de la pandemia), ya que entrenar se nos ha puesto más difícil, me voy a construir un putting green en el jardín. Un señor putting green. La zona de prácticas tiene casi mil metros cuadrados con tres alturas diferentes y allí ha pasado Todd una buena parte de los cuatro meses de ‘encierro’ de la competición. A la vista de este gran proyecto, uno se explica mejor que en los dos primeros días haya embocado más de 80 metros de putt. Una barbaridad. Es obvio que tiene el sentido más que afilado con este palo. «De todos los que he tirado hoy, sólo volvería a repetir el del hoyo 3», aseguró Todd al terminar su vuelta. Viniendo de cualquier otro podría sonar a vacilada, pero no es el caso. Dio una exhibición.

Rahm, en busca del ritmo perdido

– Claro que no sólo de putt vive el hombre. Cuando Brendon no estaba como unas castañuelas disfrutando de su flamante putting green, se encerraba en el sótano de su casa a pegar bolas, para poner en práctica un consejo de su profesor de universidad. «Cuando me quería quitar de en medio (recuerden, confinamiento, todos en casa, no se puede salir…) me iba al sótano, me quedaba solo y me ponía a dar bolas», asegura. Este ejercicio le ha dado aún más solidez, aunque ya venía de fábrica el asunto esta temporada, no en vano ganó dos torneos a final de la temporada. En cualquier caso, todo consejo para ganar en consistencia es bienvenido para un jugador que entre 2016 y 2018 tuvo problemas de yips con el driver y falló 37 cortes en 41 torneos.

Rickie Fowler persigue su primera victoria en un WGC. En el FedEx St Jude se ha colocado segundo y saldrá en el partido estelar después de sufrir una de las peores rachas de su carrera. No suma un top ten desde el American Express de enero. Han pasado diez torneos. La última vez que estuvo tanto tiempo sin acabar una semana entre los diez primeros fue entre el final de 2011 y el principio de 2012.

El único clavo que queda al que agarrarse es el de Sergio, y está al rojo vivo…

Matthew Fitzpatrick es el otro mago de los greenes del TPC Southwind. El inglés ‘sólo’ ha embocado 60 metros de putts en los primeros 36 hoyos, una minucia comparada con el líder. Por cierto, espectacular la regularidad del jugador inglés desde que volvió la competición en junio. Otra vez arriba.

Henrik Stenson firmó ayer una vuelta sin bogeys. 69 golpes. 17 pares y un birdie. A la vista de cómo se las gasta el recorrido de Memphis, bastante exigente cuando se trata de recuperar los greenes fallados, el dato del sueco no está nada mal. Que nadie olvide que se trata de su segunda ronda de competición tras el parón. Ha vuelto muy fino de tee a green.

Que nadie se tome a chanza a Brendon Todd y su ‘killer putter’

Jason Day (-5) sigue mostrando un nivel mucho más que aceptable. Poco a poco va reencontrando su mejor versión. Su juego corto anda cada vez más fino, aunque el propio australiano reconoció ayer que aún le falta un poco para encontrar su punto óptimo. ¿Será para el PGA Championship? Quién sabe. Mientras llega la cita del TPC Harding, habrá que tener mucho cuidado con él este fin de semana. Por cierto, después del Workday Open rompió con Collin Swattton, su coach de toda la vida desde que tenía 12 años y su caddie durante la mayor parte de las temporadas. Con él llegó a ser Número Uno del mundo. Ahora,  Day, como Tiger, no tiene entrenador. Hay veces que Jason Day en su relación con Woods recuerda a una de esas películas malas de sobremesa en la que alguien se obsesiona con otra persona hasta el punto de querer convertirse en esa otra persona en todo momento… En fin, puestos a imitar, desde luego Tiger no es un mal modelo.

La ‘mayoría de edad’ de Sebas es mucho más que una anécdota

Jon Rahm cometió ayer tres doble bogeys, un dato muy malo y una auténtica rareza que nos permite dar aún más mérito a la extraordinaria solidez del jugador de Barrika a lo largo de su carrera. Es la tercera vez que le ocurre, que se dice pronto. La primera fue en la tercera ronda del THE PLAYERS Championship de 2017. Allí hizo tres doble bogeys y falló el segundo corte de la semana. En el Open Championship de Carnoustie en 2018 fue aún peor: hizo dos dobles bogeys y un triple bogey. Y nunca más hasta hoy. Jamás le ha ocurrido en los torneos regulares del European Tour. Lo peor en el Circuito Europeo fueron dos doble bogeys en la primera ronda del Open de Irlanda de 2018… y acabó en la cuarta posición. En el European Tour ha disputado 16 torneos regulares, un total de 61 rondas (no pasó el corte en Valderrama en 2017 y en el Alfred Dunhill Championship 2019), y su balance total es de doce dobles bogeys y un triple bogey.

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