– A Jorge Campillo (+9) nada le está saliendo como tenía previsto. El WGC México Championship se le ha enquistado. Todo empezó en el hoyo 10 de su primera ronda. Al extremeño le costó un mundo asimilar ese triple bogey desde el centro de la calle y se le acabó saliendo la cadena. Tampoco en la segunda ronda ha conseguido encontrar el rumbo, aunque el final, jugando bajo par los nueve últimos hoyos, debe ser un asidero de optimismo al que agarrarse.
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Campillo, como suele ser habitual, no pone muchos paños calientes al analizar su torneo. «Está siendo un despropósito», resume con contundencia. Da la sensación de que las ganas por hacer cuanto antes un buen torneo que ponga en marcha el año le están jugando una mala pasada. Juega con cierta ansiedad e impaciencia y le cuesta más que otras veces reaccionar a los malos momentos. Él lo admite. «Quizá son las ganas de hacerlo bien que no me están ayudando», asegura.
Sergio García hoy ya ha visto el vaso medio vacío
Por eso, este sábado, en la tercera ronda, no se pone grandes objetivos ni machadas. Va a salir a jugar con la idea de jugar bajo par. Sería un buen inicio. «Me conformo con eso de momento, ya que desde Abu Dhabi no he conseguido ganarle al campo», afirma.
Rahm encuentra la luz en una charla camino del tee del 1
– Pablo Larrazábal (+3) ha tenido hoy una vuelta más sufrida que ayer. Ha jugado algo peor de tee a green y, además, cada error importante le ha costado un doble bogey… y gracias. Y es que su aventura en el hoyo 4 ha sido salvaje y ha podido acabar realmente mal. Su golpe de salida terminaba en los árboles, muy cerca del fuera de límites de la izquierda. Allí, la maraña de ramas es muy frondosa y según como se te quede la bola no hay manera de sacarla hacia adelante.
Sungaje Im y la bola que aprendió a caminar sobre las aguas…
Pablo sólo tenía dos posibilidades: jugar hacia atrás o pegar un ‘slice’ por encima del fuera de límites con la esperanza de que la bola atravesara los árboles y volviera a calle. Ha optado por la segunda opción con una madera 5. Un golpe muy arriesgado. La pelota se ha estrellado contra el primer árbol y ha caído a plomo. Apenas ha avanzado unos metros… y gracias, ya que si llega a rebotar hacia la izquierda se habría ido fuera de límites y el resultado podría haber sido aún peor. Con el tercer golpe ha intentado de nuevo atravesar los árboles… y no ha podido. Ha avanzado algo más, pero ha seguido entre troncos y en el rough. Desde ahí sí ha podido pegar a green un golpe bajo, se ha quedado en calle y ha hecho approach y putt.
Más allá de esta aventura, Pablo está convencido de que aún lo puede hacer muy bien este fin de semana. «Creo sinceramente que tengo una vuelta muy baja en la bolsa. Hoy pateado mejor, así que si consigo juntar las dos cosas, aún puedo hacer algo», explica.
– Rafa Cabrera Bello (PAR) ha vuelto a tener la impresión hoy de que se ha dejado golpes por el camino. Su final en el hoyo 18 ha sido muy doloroso, fallando un putt de menos de medio metro para par. El jueves también terminó fallando un putt corto y es inevitable pensar que sin esos errores estaría merodeando el top ten. Nada más firmar su tarjeta, el canario se ha metido una buena sesión de casi una hora en el putting green. En cualquier caso, las buenas sensaciones se mantienen. Está jugando bien de tee a green y sólo le falta afinar algo más el juego corto. Le está costando encontrar el punto a unos greenes que son bastante irregulares en cuanto a dureza.
