Mal comienzo de WGC México Championship para Sergio García (+3) y Jorge Campillo (+6). Los dos van a necesitar unos grandes 54 hoyos restantes para acercarse a la cabeza del torneo. No han sido buenas vueltas de golf, aunque realmente ambas han estado marcadas por varios accidentes muy puntuales que han arruinado su resultado.
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Sergio ha hecho un buen parcial de dos bajo par en 16 hoyos, pero un triple bogey en el hoyo 7 y un doble en el 17 han echado por tierra su esfuerzo. Lo cierto es que el de Borriol no ha jugado mal. De hecho, desde el tee ha estado sobresaliente, con diez calles cogidas, entre los mejores del torneo, pero ni sus hierros han sido tan precisos como en otras ocasiones ni, sobre todo, su juego corto ha salido al rescate cuando lo ha necesitado.
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Por ejemplo, sólo ha recuperado una vez de las cuatro que ha caído en la arena. El triple bogey del hoyo 7 ha sido tras mandar de salida la bola al agua y acabar después, precisamente, en el búnker. De ese primer accidente se recuperaba de maravilla, con dos birdies consecutivos, pero con el segundo ya no tenía margen. También desde la arena, movedizas hoy para el de Borriol, hacía doble bogey en el 17. No la sacó al primer intento y no pudo hacer tampoco approach y putt con la segunda. La verdad es que falló por el sitio malo y trató de ajustar al máximo para intentar salvar el par. Al primer intento no salió y en el segundo se quedó muy corto y con un putt endiablado cuesta abajo.
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Da la sensación de que las cosas no le terminan de salir a García, aunque el juego sigue estando mejor de lo que dice el resultado. No queda otra que apretar los dientes y seguir teniendo confianza. Es la única manera de que acabe saliendo hacia afuera todo el trabajo que ha estado realizando en los últimos meses. Lo bueno es que esta semana hay margen de maniobra porque no hay corte.
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El accidente de Campillo ha llegado en el hoyo 10. Ha sido de los que escuecen, ya que ha llegado desde la calle. Fallaba el segundo tiro largo, se liaba en el rough y terminaba fallando un putt muy corto para salvar el doble bogey. El tropezón ha dolido mucho y al extremeño le ha costado reaccionar. Curiosamente, los cuatro hoyos anteriores los había jugado de libro. Hizo un birdie en el 9, pero con claras opciones de haberlo hecho también en el 6, 7 y 8.
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Jorge se ha quedado noqueado hasta el hoyo 17. Ha alternado aciertos y errores y se ha cargado con tres bogeys más que le han costado un número muy alto. Necesita darse una alegría en el campo y, desde luego, esta es la semana idónea. Más allá de cómo acabe el domingo, lo más importante es recuperar en los próximos días las buenas sensaciones.
