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Así se viven los Juegos Olímpicos desde dentro

Diario de un olímpico azzurri urdin: del Call of Duty a la madre de todas las tormentas

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El sueño olímpico no puede empezar mejor. Espléndido hierro 2 a la calle, pitching wedge de libro y putt de un metro y cuarenta centímetros para birdie. Vamos. Así fue el hoyo 1 de Renato Paratore. Empezamos con el pie derecho. Me sorprende la peculiar presentación de los jugadores en el tee del 1. Se coloca los tres golfista a un lado del tee, de espaldas al público y son presentados uno a uno antes de pegarle a la bola. Es curioso, distinto y me gusta.

La primera gran sorpresa del día es el campo. Ya hemos dicho que es un diseño fantástico y tiene un mantenimiento espectacular, pero llama la atención lo bien que se encuentra el jueves después de la bestial tormenta de agua que cayó el miércoles. Es como si no hubiera pasado nada, y ya os digo que llovió a mares. Impresionante. Lo que más impacta es lo bien que rueda la bola a pesar de tanta agua.

El plan después de jugar es bastante tranquilo. Vemos deporte, cenamos tranquilo y, eso sí, nos echamos nuestro buen rato, como una hora y media de Call of Duty, un vídeojuego de guerra en el que se trata de ir matando enemigos. Es divertido y hemos formado equipo Alberto Calvo, Guido Migliozzi y yo y nos defendemos bien. Renato prefiere dormir.

Tenía curiosidad por saber cómo sería mi reacción en el tee del 1. La verdad es que no me sentí nada nervioso. Estaba ilusionado y con muchas ganas, pero no nervioso, menos igual que en un torneo regular del Tour. Sí es cierto que la sensación es distinta. Esta semana partes con la idea de que sólo vale acabar entre los tres primeros para conseguir medalla, el resto no cuenta de mucho, mientras que en el European Tour siempre intentas acabar lo más arriba posible para sumar todo lo que puedas en la Race to Dubai. Son maneras distintas de enfocar el torneo. Lo que sentí en el hoyo 1, sobre todo, fue honor y privilegio de estar pudiendo vivir una experiencia tan especial como unos Juegos Olímpicos.