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Ras de hierba de la primera jornada de Tokyo 2020 en Kasumigaseki Country Club

Pendientes, aunque sea un poquito, de Si Woo Kim y Sungjae Im…

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Si Woo Kim en la primera jornada de Tokyo 2020 en Kasumigaseki Country Club. © Ben Jared/PGA TOUR/IGF
Si Woo Kim en la primera jornada de Tokyo 2020 en Kasumigaseki Country Club. © Ben Jared/PGA TOUR/IGF

Se hace imposible no andar preocupados por Si Woo Kim y Sungjae Im, los dos golfistas que representan a Corea del Sur en estos Juegos. Como es bien sabido, el servicio militar es obligatorio en su país para todo hombre y además tiene una duración de año y medio, como mínimo, pero los deportistas surcoreanos pueden encontrar una vía de escape precisamente en los Juegos: si obtienen una medalla son dispensados de la ‘mili’. No es extraño que estos dos golfistas hayan preparado con mimo la cita (renunciaron, por ejemplo, a jugar el Open) y es normal que en el fondo todos les deseemos una excelente semana…

Las prórrogas y los permisos que van retrasando tal servicio suelen terminar a los 28 años de edad, así que a Kim, que tiene 26, sólo le queda esta oportunidad. Im, de 23, todavía podría librarse en los Juegos de París. Estamos convencidos de que siempre encontrarían otra manera de servir a la patria sin tener que interrumpir abruptamente su carrera profesional (ojo, esto va por los golfistas y por todos los demás hombres coreanos, aunque quizá algunos de ellos entiendan que es todo un honor realizar tal esfuerzo por su país, en cuyo caso no hay nada que objetar).

Por el momento, Si Woo Kim se ha situado después de la primera ronda a sólo tres golpes del bronce, igual que Adri Arnaus. Seamos claros y honestos al respecto, porque nuestra generosidad no llega a tanto: puestos a elegir, que la presea suba al medallero español.

– Sepp Straka es el líder de la competición después de firmar un 63, ocho menos en el día, en la primera ronda. Hace cinco años, en Río de Janeiro, el líder tras la primera jornada era Marcus Fraser, que también entregaba una tarjeta de 63 golpes, ocho menos en el día… Más coincidencias: Thomas Pieters, que ha arrancado hoy muy fuerte (marcha tercero), también comenzaba muy bien en Río (cuarto tras la primera ronda). Allí, en 2016, Fraser terminaba quinto y Pieters cuarto, cerquita de las medallas.

– Tiger, se te echa de menos. No sólo y en concreto en el Kasumigaseki Country Club de Saitama, escenario de la competición olímpica, sino en unos Juegos, los que sean. Si Jordan y Messi pudieron disputarlos en su día, es un quiebro torpe del destino que el Tigre no haya podido hacerlo. Los tiempos del golf olímpico, que tanto se hicieron esperar, le han cogido siempre con el pie cambiado.

Qué extraño resulta ver a Rory McIlroy sin gorra. Al fin y al cabo, salvo Robert Rock y alguna que otra excepción más, los golfistas son personas a una gorra o visera pegados. No resulta tan extraña su tarjeta de presentación en estos Juegos de 69 golpes, que no es mala, ni mucho menos, pero tampoco deslumbrante, vamos, un poco en la línea de lo que viene haciendo en los últimos tiempos.

Las barras de los tees en el Kasumigaseki son tan previsibles como también un excelente recuerdo del paso por los Juegos: los aros olímpicos, sin más. Habrá tortas por hacerse con ellos, seguro.

Chirría más bien poco que Jorge Campillo haya jugado con un uniforme a salto de mata, pues bastante ha hecho con llegar a tiempo y es normal que, en su caso, hayan podido darse algunos desajustes de intendencia. Chirría bastante más que Adri Arnaus llevara un polo rojo sin tunear con algún distintivo de la delegación española. Un escudo, una bandera, un algo. Ya pasó también en Río de Janeiro. Son pequeños detalles, de acuerdo, pero vale la pena tenerlos presentes cada cuatro años.

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