Inicio Masters de Augusta Masters de Augusta 2016 Rory asume que tiene un problema mental con Augusta
La ansiedad del Número Tres por lograr el grand slam y las estadísticas del Masters

Rory asume que tiene un problema mental con Augusta

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– Rory McIlroy terminó décimo en el Masters de Augusta. Es su tercer top ten consecutivo en el Masters y el decimotercero que consigue en los 25 grandes que lleva disputados. No está mal. Un cincuenta por ciento de los majors que juega acaba entre los diez primeros. Dónde hay que firmar. El dato es fantástico, pero a un jugador como Rory al que sólo le vale ganar le sabe a muy poco. Y mucho más en el Masters de Augusta. El norirlandés confesó ayer abiertamente y sin paños calientes que tiene una tara mental con este torneo. «Llevo varios Masters en los que he tenido opciones de ganar y no he conseguido rematar la faena cuando tenía que hacerlo. Creo que es un tema mental de cómo manejar la presión ante las expectativas de ganar en Augusta. Eso es lo que me frena. Lo noto en cómo juego cuando estoy para ganar, como el sábado. Me vuelvo más prudente, muy defensivo, más o menos como en Doral. Juego tratando de no cometer errores en lugar de atacar buscando mis birdies», aseguraba ayer McIlroy a la finalización del torneo.

El Número Tres del mundo no se esconde y sabe que debe lidiar psicológicamente con las ganas que tiene de ganar en Augusta. «Es el único grande que no tengo y quiero ganarlo por encima de cualquier otra cosa. Tengo que superar ese muro que me crea problemas porque tengo claro que tengo el juego para hacer buenos resultados en este campo y ganar. Creo que eso sí lo he demostrado», afirmaba Rory. Un dato que apoya su teoría de que juega muy bien en Augusta cuando controla su ansiedad es que sólo dos jugadores esta semana han hecho tres vueltas bajo par: Lee Westwood y él. Así las cosas, Rory asegura que se sabe la receta: «creo que necesito casi salir al campo y no tenerle tanto respeto, no estar preocupado de lo malo que puede pasar cuando fallo o cuando no fallo, hablando tanto de dónde no fallar en Augusta, de cómo no jugar este campo, que al final sólo estás pensando en no cometer errores y no en pegar los tiros que crees que necesitas. Este ha sido hasta el momento mi freno de mano y lo tengo que corregir», señala.

– Bryson DeChambeau ganó la medalla al mejor amateur del Masters de Augusta. Lo primero que hizo fue agradecer a los dueños del campo que le hayan dejado entrenar tantas veces como ha querido previamente al torneo. Y lo segundo fue admitir que se equivocó en la preparación del torneo esta semana. «He jugado demasiado, más de la cuenta, y he llegado al domingo muy cansado. Me tenía que haber ahorrado nueve hoyos del martes y otros nueve del miércoles. Quería preparar muy bien el torneo y estuve ajustando al máximo mis palos. El último cambio lo hice el martes y sentí que debía jugar nueve hoyos para probar cómo habían quedado, pero me equivoqué. No tendría que haber jugado. Ya lo sé para próximas veces», señaló con una enorme madurez el joven norteamericano. Por cierto, DeChambeau ya es profesional, se pasó nada más acabar el Masters, al igual que Romain Langasque. El francés firmó la cuarta mejor vuelta del día y demostró que está más que preparado. «Quería hacerme profesional después del British del año pasado, pero ha sido un acierto esperar hasta después del Masters para vivir esta experiencia», explicó.

– Las estadísticas de este Masters:

  • Distancia con el drive: el mayor pegador ha sido Dustin Johnson (299,6 yardas), seguido de Sergio García (298,4). DeChambeau ha quedado sexto en este apartado.
  • Calles cogidas: Matt Kuchar y Kevin Streelman (46 de 56).
  • Greenes en regulación: Matthew Fitzpatrick (54 de 72).
  • Número de putts: Anirban Lahiri (110). En este apartado, Spieth es segundo y Willett aparece cuarto con 114.
  • Sólo hay un jugador que no ha tripateado en toda la semana: Troy Merritt. Los que más tripateos han cometido son Danny Lee y Harris English con nueve.

·En cuanto al campo, el hoyo más difícil un año más ha sido el 11 (4.521), con este bicho da igual el viento que haga, mientras que el segundo más complicado ha sido el 1 (4.360), éste sí debido fundamentalmente al viento en contra de los tres primeros días. El más fácil ha sido el hoyo 2 (4.644), ganándole la partida al 13, que suele ser siempre el más asequible, aunque no con el viento que ha soplado estos días.